Roces accidentales [Completa ✔]

Capítulo 36

Sabía perfectamente que mi sufrimiento no acabaría. Claro, no me refería a que mis problemas continuarían, sino que ahora venia una prueba mas grande: las respuestas de las universidades.

Los días pasaban y no llegaba alguna, comenzaba a ponerme nervioso respecto a todo eso. Sentía que no me aceptarían en ninguna y me quedaría a mitad del camino. Pero tenía que pensar de manera positiva, esperar un poco más y tener fe en que estudiare donde siempre he deseado.

Por el momento estábamos concentrados planeando la fiesta numero dieciocho de mi querido hermano. Hace un par de días, los chicos y yo tuvimos la idea de celebrar a Pete. Dieciocho años no son cualquier cosa, así que estuvimos planeando algo inolvidable para el más adorable del grupo. 

—Oye, Deryck...

—¿Dime?

Nos encontramos en el supermercado recorriendo cada uno de los pasillos escogiendo todo lo que necesitaremos para esta noche de fiesta improvisada. Él ha comentado que no quiere una celebración en grande como lo fue la mía, solo será una reunión sencilla con los mismos de siempre, nadie más.

Él no es fanático de estar entre tantas personas, siempre ha preferido la tranquilidad, aunque en ocasiones no puede evitar asistir a una fiesta y volverse completamente loco, refiriéndome a que le gusta embriagarse. Esta noche no es la excepción y nos divertiremos en grande. 

—¿Te das cuenta de que esta es tu primera vez en el supermercado? Jamás habías venido —menciona mientras ve todo lo que llevamos hasta el momento en el carrito.

—Claro que he venido, que no sea contigo es otra cosa. —Ambos nos vemos y el enarca una de sus cejas.

—Bien, bien. Entonces, ¿qué botellas de licor llevas ahí?

—El clásico vodka que no puede faltar, ya lo sabes, es una de mis bebidas favoritas. También llevo cerveza de la buena.

—Pero ¿y si quiero que tomemos jugo y agua natural?

—No seas así, Peter. Debes de celebrar de esta manera tu cumpleaños que anuncia tu mayoría de edad, serás legal dentro de un par de horas.

—Los dieciocho suenan como a demasiada responsabilidad. —Seguido suelta un suspiro. 

Recuerdo que solía decir que crecer era lo más horrible que podía pasarme. Continúo con esa idea, aunque últimamente las cosas van un poco mejor y ya no pienso tanto de esa manera. 

—¿Qué se siente tener esa edad? —me cuestiona mientras cruza los brazos.

—Normal, no se siente feo o algo por el estilo, solamente es un año más de vida... o uno menos, no lo sé exactamente.

—Rayos, eso es lo más difícil de la vida; no saber si estas sumando o restando vida con el pasar de los años.

—Ahora tendré ese pensamiento durante el resto del día —afirmé.