París||C.V

Capítulo 9

Simplemente decidí ignorarlos, cerré la puerta de la habitación y caminé por el pasillo. Me encontré con ellos cuando iba a bajar las escaleras; Chris se notaba avergonzado, Jade por su parte estaba indiferente.

—¿Podemos desayunar juntos?— preguntó mientras se rascaba la nuca con incomodidad.

Me encogí de hombros y bajé al comedor, él no tardó en seguirme el paso. Tomamos asiento en una de las mesas y ordenamos el desayuno.

—. Nos escuchaste.— afirmó —. Sé que no es cierto, Jade lo dijo por decir... No creo que te gusten tan mayores.

—Leo está de muy buen ver.— dije mordiendo mi labio inferior para contener la risa, él me miró frunciendo el ceño.

¿Estaba celoso de su padre?

¡No puede ser!

—Tú no has dicho eso.— murmuró retándome con la mirada.

—¿Ah, no?— ladee la cabeza sonriendo—. Yo creo que si lo dije.

—Jewel...— infló sus mejillas, aproveché el momento y las apreté dejando que el aire que retenía se escapara.

—Lamento interrumpir la burbuja del amor...— dijo Jade llegando con nuestros pedidos—. ¿Os sirvo un poco?

Señaló una botella, no sabía a ciencia cierta lo que era ya que no conocía de marcas francesas.

Sin esperar respuesta tomó nuestros vasos y vertió el contenido en estes.

—¡Ups!— exclamó cuando se derramó de uno de ellos, resbaló a gran velocidad por la mesa y fue a parar a mis piernas—. Oh, lo lamento.

Me aparté para poder tomar una servilleta y tratar de secarme.

—No pasa nada...— fingí una sonrisa en su dirección, era obvio que esto había provocado por ella pero no quería gritarle en medio de todas las personas.

Se retiró, no sin antes mirar a Christopher y resoplar.

—Me disculpo por ella.— sonó avergonzado—. El personal del hotel no debe de comportarse de esa manera.

—Sería una pena que Leonardo se enterara.— dije desviando la mirada de él.

—¿Qué?— sacudió su cabeza—. Mon amour, no le digas de este pequeño accidente... Él si se entera la va a despedir.

—¿Y?— enarqué una ceja cuando lo volví a mirar. Sé que estaba siendo demasiado dura pero solo quería probarlo.

—Jade es una gran chica, actúa de forma espontánea casi siempre... Es muy buena en su trabajo.

—Permíteme dudarlo.— murmuré en voz baja, sin embargo, estaba segura de que me había escuchado—. No quiero hablar de tu amiga.

—Bien, a mi tampoco me apetece seguir hablando de ella...— juega con el tenedor y me mira—. ¿Tienes planes para esta tarde?

¿Qué planes voy a tener? Estoy en mi supuesta luna de miel, sola y sin nada que hacer.

—¿Qué quieres hacer conmigo?— respondí con otra pregunta.

Las comisuras de sus labios se alzaron y sonrió de una forma jodidamente sensual mirándome.

—Esa pregunta me tienta mucho, Jewel.— mordisquea su labio inferior un par de veces—. Pero quiero pasar tiempo contigo fuera, ya habrá momentos para vivir en la habitación.

Madre mía, en la habitación...

—Uhum... ¿Entonces?

—Tenemos una cita en el skatepark.