Christopher cumplió su promesa en irse ese mismo día, dejándome feliz por haber ganado el juicio y al mismo tiempo destrozada al separarnos por una vez más.
Mi mente no se olvidó de él en ningún momento y eso estaba empezando a preocuparme, me había acostumbrado a él y a todo lo que le rodeaba. Me sentía una extraña en mi propia casa, con mi familia y con mis amigos. Sentía que ese no era realmente mi lugar, no me hacía sentir todas las emociones que sentía estando en París, estando en los brazos de Christopher.
Por asuntos personales tuve que quedarme más tiempo de lo querido en mi país, más tiempo sin ver al hombre que me estaba esperando en París...
—Jewel, tú no estás bien aquí... — me hizo saber mejor amiga, se sentó a mi lado y tomó mis manos entre las suyas—. Tu familia lo entenderá, es lo mejor para ti.
—¿Realmente lo crees?
—Con él eres feliz. — sonríe de forma animada—. En este momento él es tu felicidad, permítete el lujo de ser feliz.
—¿Así de fácil? — cuestiono en su dirección.
—Uhm... No, así de fácil. — de levanta para rebuscar algo en su bolso, cundo lo consigue lo extiende hacia mi—. Un vuelo a París... Sale en un par de horas, no deberías de pensártelo.
—¿Por qué lo has comprado?
—Porque eres mi mejor amiga y me importas, Jewel. — aclara, sus labios hacen contacto con mi mejilla —. Tienes un gran futuro por delante con ese francés llamado Chris.
—¡No es francés! — exclamo irritada, ya se lo había dicho tantas veces que cansaba repetirlo.
—Bueno, con el hombre que tiene complejo de francés.— rodea los ojos divertida—. Estoy hablando en serio.
—Tal vez sea demasiado tarde para volver, ha esperado mucho y yo nunca regresé...
—No digas tonterías, él sabía que ibas a tardar en volver. Es el momento indicado, ahora o nunca.
—Ahora. — decido rápidamente.
—Entonces no sé qué estás esperando.
Esta vez me despido de todos, entre ellos mi mejor amiga y mi familia. No sé qué puede esperarme la vuelta a París, de tanto pensarlo se estaba haciendo una mala idea.
"Voy para París, no le digas a Chris" envío al número de Jade, tal vez podríamos darle una sorpresa, ¿no?
"Iremos a la Torre Eiffel, será el mejor reencuentro que podamos imaginar"
"No te duermas y sueñes, Jade."
"No seas amargada, Jewel."
Apago el celular cuando me subo al avión y tomo asiento. Únicamente rezo para que Christopher me quiera de vuelta y podamos cerrar un capítulo de nuestra vida con esto.
—Encore une fois.
Volví a quedarme dormida y no por la falta de sueño, supongo que... En realidad no había excusa para ello.
Al abrir los ojos me doy cuenta que quedamos pocas personas por salir del avión, me pongo de pie y me apresuro en salir.Para mi suerte, la Torre Eiffel queda a tan solo a minutos si voy caminando.
Para mi mala suerte, está abarrotado de gente.
Camino a tropezones entre las personas y logro salir del aeropuerto, corro por la acera hasta llegar a la Plaza del Trocadero.
Diviso a Christopher de espaldas, a sus lados están Nathan y Jade. La última gira su cabeza lo suficiente para poder verme, me detengo de la impresión y no hago nada más que mirar en su dirección.
—Asumámoslo, no volverá. — dice con un tono de voz amargo.
—Yo creo que volverá.
—¡Ya ha vuelto! — chilla Jade, ambos chicos la miran y seguido miran en la dirección que ella estaba mirando; hacia mi.
Christopher es incapaz de articular palabra, similar a mi. Nuestros pies comienzan a moverse en pequeños pasos, la distancia se vuelve cada vez más corta.
Cuando me tiene enfrente solloza, sus brazos se envuelven en mi cuerpo y me alza del suelo.
—Pensé que no volverías a París...— declara entre lágrimas.
—Este es mi sitio, tú eres mi sitio.
—Estuve esperando este momento desde que te vi partir, ma belle.
—Lo sé... No eres el único.
Mis manos toman su rostro con delicadeza, mis labios se adueñan de los suyos durante segundos. El beso es salado debido a las lágrimas de ambos, pero parece que a ninguno de los nos importa porque no es impedimento para seguir besándonos.
Un beso bajo la Torre Eiffel en París, a plena luz del día y frente a bastantes personas que se han detenido sólo para observar la romántica escena que protagonizamos.
—Es el final de nuestra historia. — susurró sobre sus labios, entre besos y pequeños mordiscos.
—Las mejores historias no tienen final, Jewel.
—¿Ah, no?
—No, las mejores historias perduran en la mente y en el alma de aquellas personas que las leen.
—¿Crees que la nuestra es una de ellas?
—Teniéndome a mi de protagonista es obvio que si. — bromea antes de volver a besarme.
Jade se encarga de romper el beso mientras Nathan se aguanta las ganas de reír en ese momento.
—Tenéis toda la vida para comeros la boca, ahora déjanos a nosotros saludarla también.— murmura en dirección a Christopher, él deja que mis pies toquen suelo para poder abrazarme a Jade y Nathan.
—Te extrañamos, cuñadita.
—Yo fui el que más la extrañó así que no reclamen. — dijo Christopher, sus brazos se posaron en mi cintura una vez más.
—No empieces, deberías haberte llamado Romeo y no Chris. — murmura Jade por lo bajo, poniendo sus ojos en blanco y echando a caminar. Nosotros no tardamos mucho en seguirla, mirándonos de forma cómplice y sonriéndonos.
—Bienvenida a París una vez más.
—Espero quedarme más tiempo esta vez.
—Espero que te quedes para siempre. — confiesa tomando mi mano y llevándola a sus labios para poder besarla.
—Je t’aime, Christopher.
—Je t’aime aussi, Jewel.
|| F I N A L ||
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París||C.V
Romance¿Es posible llegar a odiar algo que has amado tanto? Desde pequeña he soñado con viajar a París, también conocida como la ciudad del amor... Pasear por los Jardines del Trocadero, comer macaroons en Ladurée, disfrutar del atardecer desde Pont des A...