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Al día siguiente: 4 de octubre, 2018

No hacemos más que entrar a la oficina y de inmediato, las miradas de todos los empleados se fijan en nosotros dos. —¿tu padre les conto algo? — pregunto en un susurro mientras que saludamos y vamos caminando hasta llegar a mi oficina. Abro la puerta, la dejo pasar primero, después entro yo y cierro rápidamente. Dejo mi maletín a un costado, me quito mi saco, lo cuelgo en el perchero y al darme la vuelva la veo leyendo un papel.

—Creo que me miraban a mí y por esto. — dice mientras sigue leyendo.

—Déjame leerlo. — le pido y de inmediato me lo entrega.

—Comunicado oficial acerca de la demanda que la empresa le hizo a mi esposo y su cómplice y amante Amanda Huu. — informa mientras sigo leyendo y se sienta en mi silla.

—Tiene una orden de restricción también. — comento cuando voy llegando al final del comunicado.

—Oficialmente quede como la imbécil de la relación, ahora estaré dando lastima por los pasillos de la empresa. — se queja.

Me duele verla así, me da rabia que toda la mierda del imbécil de Fernando la esté afectando así, no se lo merece... Dejo el papel sobre mi escritorio y voy del otro lado y me paro detrás de la silla —no darás lastima...— aliento y llevo mis manos sobre sus hombros para comenzar a masajearla.

—Claro que sí. — insiste —ojalá hubiera sido solo su engaño, eso hubiera sido más fácil, pero... me uso para robar información, me siento una completa imbécil. — se queja y sé que necesita estar lejos de todo esto por un tiempo.

—Preciosa, no pienses más en eso, te divorciaras, tu padre ganara la demanda y después tu y yo comenzaremos una vida juntos. — le recuerdo.

—Lo único que me hace feliz es saber que te tengo a ti, si no fuera porque tu estas aquí, yo ni siquiera me aparecería en esta oficina por un largo tiempo. — expresa y en mi cabeza ronda una idea que puede llegar a ser una locura total.

Sé que la solución no está en huir ni esconderse, pero siento que realmente ella necesita alejarse un poco de todo esto... —Necesitas vacaciones, olvidarlo todo. — comento.

—Me haría bien viajar...— responde y quizás mi idea no es tan loca.

Me inclino hacia ella, apoyo mi barbilla sobre su hombro —se me ocurre que podríamos ir a Nueva York un par de semanas a casa de quienes considero como mis padres... te los presento, los conoces y yo trabajo desde allí mientras que las cosas aquí se calman, ¿Qué opinas? — propongo y de inmediato gira su rostro para verme.

—¿Estas queriendo formalizar nuestra relación con quienes consideras tus padres? — pregunta sorprendida. —Aun no estoy divorciada...— me recuerda.

—¿Y? es solo un papel que dejara de ser válido en nada, ademas ellos son muy importantes para mí, fueron un gran apoyo cuando fallecieron mis historias padres. — respondo muy seguro.

—Estás loco...— comenta entre risas.

—Por ti... solo quiero verte feliz, ¿Qué dices? — insisto.

Realmente quiero sacarla de aquí, no es justo para ella que sea blanco de todas esas miradas llenas de doble intención que solo buscan lastimarla. Quiero alejarla del ojo de la tormenta y que pueda estar tranquila.

—Hablare con mi abogado para dejar firmados los papeles de divorcio y que solo quede que Fernando haga lo mismo, una vez que eso esté listo, podemos irnos si quieres. — accede finalmente y mi sonrisa es inevitable.

—Perfecto, hagámoslo así entonces. — afirmo y rápidamente ella se levanta de la silla.

—Iré a hablar con mi abogado y después me pondré a trabajar. — me dice y ríe de esto último.

—Sí, yo tengo que hacer lo mismo. — bromeo y miro a mi alrededor —me esperan varios planos por revisar. — comento algo preocupado.

—Trabaja, ya bastante atrasado estas por mi culpa. — dice y tiene toda la intención de salirse de mi oficina, pero antes de que ella lo haga, la tomo de la cintura y la pego a mí para darle un tierno beso.

—Siempre tendré tiempo para ti, te amo. — digo sobre sus labios y ahora sí que la suelto para que ella salga.

—Yo también te amo. — rebate y abre la puerta y se va.

Rápidamente comienzo a organizar mi día laboral sin dejar de pensar en la cara que pondrán mis padres y lo que me van a decir cuando les presente a Alai... sé perfectamente que será toda una sorpresa y hasta un poco impactante que la hija de mi socio y yo estemos juntos y mucho mas aun que mis planes con ella sean tan serios, después de todo, nunca fui muy frio y distante con las mujeres, pero... a mi defensa diré que nunca me había enamorado y que ninguna de esas mujeres era Alai, la mujer que me volvió loco desde el primer momento que la vi vestida de novia... bueno, en realidad en aquel bar, pero eso no cuenta tanto como el día de su boda.

EL INVITADO DE LA BODA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora