EL INVITADO DE LA BODA [TERMINADA]

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La convención ha ido de maravilla, pero ahora va siendo hora de seguir jugando este peligroso juego para que el esfuerzo hecho durante todo el día en la convención; no se vea arruinado en esta cena.

Termino de colocarme el saco de mi traje color negro, y acomodo el cuello de mi camisa frente al espejo cuando de repente le veo acercarse a mí con un vestido corto color negro de una sola manga y que hace que sus piernas luzcan espectaculares. -¿Listo esposo mío?- Me pregunto sonriente y tan solo puedo darme la vuelta para verle con detenimiento.

-Te ves increíble...- Digo perdido ante su belleza y se sonríe.

-Gracias, tu también te ves muy, pero muy bien...- Me dice y la manera que me mira de pies a cabeza me hace sonreír ampliamente. -¿Preparado para comenzar el teatro?- Me pregunta mientras toma su bolso de arriba de la cama donde lo había dejado y luego se vuelve a acercar a mí.

-Preparado... aprovechamos y comenzamos a practicar para cuando realmente seas mi esposa.- Rebato sin miedos y le tomo de la mano para que salgamos juntos de la habitación.

No me ha dicho nada de mi comentario, pero por la manera que me mira es evidente de que se ha quedado pensando en mis palabras. -¿Eso ha sido una broma? ¿no? - Me pregunta finalmente cuando ya estamos llegando a los elevadores.

Rio ante su pregunta y niego –No, para nada... ¿acaso crees que mi interés porque te divorcies es simplemente porque quiero seguir teniendo sexo contigo? - Pregunto sin tapujos mientras que entramos al elevador el cual afortunadamente esta vacío.

-No lo se, pero tampoco esperaba que tus intenciones fuesen tan serias.- Me dice algo asustada.

Me encanta cuando se pone así... sus ojos verdes me miran confundida e inevitablemente llevo mis manos a su cintura y le pego a mí –Me enamore de ti desde el minuto en que te vi en la iglesia vestida de novia y créeme que no es un juego Alai... de verdad tengo intenciones de que cuando todo se solucione, tu y yo seamos una familia.- Decido confesarle sin rodeos y antes de que sus miedos le ganen; comienzo a besarle sin que importe absolutamente nada de lo que suceda a nuestro alrededor.

Si no fuese por este inoportuno elevador que abre sus puertas en el momento equivocado, me hubiese quedado besándole por horas sin importarme nada, pero no... aquí nos vemos obligados a salir de elevador y atravesar todo el casino para poder ir al hotel en donde se encuentra el restaurante donde es nuestra cena.

Puedo notar la mirada de los hombres a medida que vamos caminando por el casino y me siento totalmente identificado con ellos. He mirado a esta mujer de la misma manera que lo hacen ellos, y a pesar de que aún es ajena a mí en algunos sentidos; en otros es totalmente mía y tan solo quiero que lo sea completamente. Siempre he pensado que el acto de poseer a alguien es sumamente egoísta, pero en esta ocasión realmente quiero que sea toda mía yo soy todo suyo...

-Martin...- Me dice obteniendo mi atención y le miro como dándole a entender que le escucho –No quiero que pienses que soy una mujer egoísta y mucho menos de que no tengo escrúpulos. - Me dice de la nada y le miro confundido.

-¿De que hablas preciosa?- Pregunto sin entender y le aprieto de la mano.

-Hablo de que es la primera vez que soy infiel... bueno, la segunda, pero ha sido también contigo en New York.- Me dice y ríe de esto último.

-No entiendo porque la aclaración, yo no pienso que seas así.- Explico.

-Es que tú hablas de formar una familia conmigo y honestamente tengo miedo de que si un día estamos juntos sin nadie entre nosotros; tu creas que yo te hare lo mismo que estoy haciéndole a Fernando.- Expone finalmente cuando ya hemos salido de nuestro hotel y nos encontramos caminando hacia el Caesar's Palace.

-No lo voy a creer porque sé que esto es una excepción a todos nuestros valores. Yo tampoco soy así Alai... yo no voy por la vida involucrándome con mujeres casadas por simple diversión.  Si estoy contigo es porque de verdad siento algo muy fuerte por ti. - Confieso y la manera que me mira mientras caminamos y me sonríe significa mucho para mí.

-Te quiero.- Me dice haciendo que el mundo se detenga en estos momentos.

-Yo también te quiero... y muchísimo.- Rebato y quisiera poder guardarme en mi memoria para siempre la manera tan hermosa en la que me sonríe ahora.

No tengo dudas que ella es la mujer que la vida tiene preparada para mí; solo tengo que ser paciente y dejar que las cosas se acomoden para que podamos estar juntos definitivamente.