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Al día siguiente: 25 de septiembre, 2018

Un nuevo amanecer en el que me descubro pensando en ella y en el que mis sabanas aún conservan el aroma de su perfume, uno que me intoxica y se ha vuelto en mi favorito. Me tortura la mente el saber todo lo que podríamos llegar a ser juntos cada día. El tener que fingir con el mundo, cada día es más difícil. Ya no sé qué es lo que está bien y que es lo que está mal, solo sé que nunca había amado a alguien como la amo a ella.

[...]

Otro día en esta oficina que se convierte en el escenario de un teatro cada vez que le escucho llegar. Mi café ya está sobre mi escritorio y mi mirada en la pantalla de mi computadora mientras pretendo leer los correos electrónicos. Su voz diciéndole a todos "buenos días" del otro lado de la puerta me distraen y sé que hoy debo intentar concentrarme en algunos planos, pero ¿Cómo hacerlo si sigo pensando en lo que hablamos anoche?

-Tienes que trabajar Martin.- Me intento convencer y decido dejar los correos electrónicos para después.

Me levanto de la silla, voy hacia mi mesa de diseño y observo los planos del edificio en el que estoy trabajando. Mi cabeza intenta concentrarse en los cálculos que debo hacer, pero el ruido de la puerta abriéndose me distrae y el verle a ella con un vestido azul Francia, me distrae más de la cuenta. –Buenos días guapo.- Me susurra y cierra la puerta detrás de ella.

-Buenos días, luces hermosa. - Le halago y ella antes de ni siquiera darme un beso, me entrega un pequeño bolso. -¿Y esto?- Pregunto tomándolo y se sonríe.

Se termina de acercar a mí, me da un corto beso que sabe a agua en el desierto y se sonríe. –Espero que no te parezca muy atrevido de mi parte, pero son algunas cosas mías... ¿será que las puedo dejar en tu departamento en caso que vuelva a ocurrir lo de anoche? – Me explica y ahora soy yo quien sonríe.

-Claro que si, no hay problema, ¿paso algo?- Le pregunto dejando el bolso a un lado y acercándome nuevamente a ella.

Paso mis brazos por su cintura y me le quedo mirando –Anoche cuando llegue a casa, Fernando ya estaba allí y se dio cuenta que mi perfume había desaparecido y que mi vestido estaba muy arrugado. Le tuve que decir que fui a casa de una amiga a cenar y que tuve un pequeño accidente con un trago y tuve que ducharme y esperar a que el vestido se secara.-

-La próxima, seré más cuidadoso con tu vestido.- Bromeo y me da un leve golpe en el hombro.

-¡Tonto!- Me regaña entre risas.

-Ahora en serio, ¿crees que sospeche? - Me atrevo a preguntar, pero la verdad es que me da exactamente lo mismo. Al final del día es un imbécil.

-No lo sé, pero sabes que no quiero que tenga motivos para dejarme en evidencia delante de todos... después de todos, soy yo quien está siendo infiel en nuestro matrimonio. - Me dice y en su voz esta la culpa otra vez.

<El también te es infiel.> Eso es lo que tengo ganas de decirle.

-Tú no te preocupes preciosa, tu estarás bien, lo prometo. - Le digo y le beso tiernamente.

Sus labios son la gloria misma, pero ambos sabemos que no podemos dejarnos llevar tanto y nos separamos un poco –Gracias guapo.- Murmura sobre mis labios y sonrió.

-Un placer... pero dime, ¿Qué estas dejándote en mi departamento?- Pregunto con mucha curiosidad y ríe.

-Lo típico... un par de mudas de ropa, algunas cosas de chica y el tan temeroso cepillo de dientes.- Bromea y reímos.

-Si lo dices por esa teoría que dice que el cepillo de dientes es todo un símbolo de "apropiación del hogar" de parte de las mujeres, déjame decirte que a mí me encanta que quieras hacerte con mi departamento, con mi vida y con todo lo que quieras...- Le susurro pegándole más a mí y se ríe nerviosa.

-Pero que valiente.- Dice sobre mis labios.

-Mucho... mira que enamorarme de la novia en una boda ha sido mi mayor límite de valentía.- Bromeo.

-Vaya descaro el tuyo.- Murmura siguiéndome el juego.

-Es que era muy, pero muy guapa...- Informo y es ella quien esta vez me besa con más urgencia haciendo que el separarnos sea casi imposible.

De pronto, nuestro beso se ve interrumpido cuando alguien abre la puerta y nos ve aunque intentemos evitarlo separándonos.






EL INVITADO DE LA BODA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora