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Las cuatro paredes de esta habitación de motel de paso donde se viene para solamente una cosa, está siendo testigo de la cuenta pendiente que había entre nosotros dos en esta ciudad. No hay reservas en nuestra manera de amarnos, por momentos es ella quien toma la iniciativa y por otros momentos soy yo quien lo hace haciendo que la locura se apodere de nosotros dos. Su boca me besa sin piedad y la mía simplemente responde mientras que mis manos van guiando sus movimientos encima de mí. Respiro de su cuello por un momento y entre tanto, uñas me arañan suavemente los brazos mientras que sus caderas siguen ese ritmo circular que me vuelve loco.

El espejo que hay en el techo me hace mirarla por un momento desde allí y somos absolutamente perfectos cuando estamos juntos. Ella echa su cabeza hacia atrás para poder mirar también y sonríe —quiero uno de estos en nuestra casa. — bromea y vuelve su boca a la mía para besarme con más urgencia.

—Podemos ponerlo si quieres...— digo sobre sus labios —tu pide por esa boca...— continúo diciendo y sus movimientos ahora cambian haciéndome perder la poca razón que quedaba en mi —me estas matando...— le digo entre jadeos.

—Te quiero a ti... quiero un hijo tuyo. — dice firme y de inmediato llevo mi mano sobre su nuca para hacer que me mire.

La acerco a mis labios y pasando uno de mis brazos por su cintura, hago que giremos hasta que ahora soy yo quien queda encima de ella —te amo. — le digo con desespero y vuelvo a entrar en ella de un solo movimiento haciendo que gima.

Mis movimientos esta vez son más precisos, más profundo, son de esos que buscan alivio y con sus manos aferradas a mi espalda, me voy moviendo en ella hasta que el placer se convierte en éxtasis y el éxtasis en un "te amo" mutuo que nos decimos mientras intentamos recuperarnos.

[...]

Aun nuestras respiraciones están algo agitadas y puedo sentir los fuertes latidos de su corazón mientras que ella esta abrazada a mi después de lo ocurrido. Nos miró completamente desnudos en el espejo que hay en el techo y sonrió como un completo imbécil —¿de verdad quieres uno de estos espejos en la casa? — pregunto divertido y ríe.

—¿Te imaginas? — cuestiona.

—Definitivamente sería interesante...—

—¿Podrías dormir? — me pregunta con picardía haciendo que ría.

—No... definitivamente no... ya me provocas sin uno de estos espejos, imagínate lo que sería con eso. —  respondo entre risas.

—Me imagino... y me gusta...— dice divertida.

—Malvada...— la regaño y comienzo a hacerle cosquillas provocando que se retuerza mientras me grita que por favor me detenga.

—¡Ya por favor! — me suplica cuando estoy encima suyo y me detengo para entrelazar nuestras manos y así levantar sus brazos encima de su cabeza.

—¿Lo que dijiste recién es verdad? — pregunto y muerde su labio inferior.

—¿Lo del espejo? — bromea y ríe.

—Ya sabes de que hablo...—

—¿Qué quiero un hijo tuyo? — pregunta y asiento —ya te había dicho que si cuando me lo propusiste. — dice inocentemente.

—Sí, yo sé, pero... no se... ¿te has dejado de cuidar? — pregunto sin apartar mi mirada de la suya y sonríe.

—Aun no, pero si quieres ya no tomo más las píldoras. — me propone y sonrió triunfal.

Asiento con la cabeza —por favor. — le digo y me acerco a besarla lentamente —¿Cómo es que se puede amar tanto como te amo a ti eh? — pregunto sobre sus labios y sonríe.

—No lo sé, pero te amo de igual manera... y es una completa locura. — me responde y sin que lo podamos evitar, reímos juntos.

—Amo que estemos igual de locos...— le digo y esta noche no hay limitaciones entre los dos, simplemente nos besamos como lo sentimos y nos amamos dejándonos llevar hasta que caigamos rendidos.

Nuestro amor es todo menos perfecto, está lleno de errores, de destiempo, de momentos que para los ojos del mundo no deberían ser, pero ¿Quién dijo que el amor de tu vida tenía que llegar en el momento correcto? ¿Quién invento que para ser felices hay que esperar a que todo se "de"? hay cosas en la vida que hay que aceptarlas tal y como vienen y eso es lo que hice desde el día que me di cuenta que me había enamorado de una mujer que se estaba casando.

EL INVITADO DE LA BODA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora