Al día siguiente: 9 de noviembre
—¡Feliz cumpleaños! — escucho que me grita mientras que mueve la sabana destapándome y al voltearme aun un poco dormido, la veo parada frente al pie de la cama con un pastel de chocolate y fresas que tiene una vela en el centro.
—Preciosa... gracias...— digo sorprendido y ella se sube a la cama con la ayuda de sus rodillas y se acerca a mi dejándome apreciar ese corto camisón de seda color blanco más de cerca.
—Tu primer cumpleaños juntos— murmura y acerca el pastel —tienes que pedir tres deseos— advierte sonriente.
—Uno ya se cumplió, el otro se cumplirá hoy, y el otro ya veremos...— explico con un tono de misterio y su sonrisa lo ilumina todo.
—Entonces no me lo digas para que se cumpla— propone y mirándola a los ojos, soplo la solitaria vela que está en el centro del pastel y tengo la certeza de que este es el mejor cumpleaños que pasare en mi vida.
—Yeiii— dice y se inclina hacia mí para darme un beso me deja con ganas de más —felicidades mi amor— dice sobre mis labios y vuelvo a besarla.
—Te amo preciosa— le digo tomándola por la cintura.
—¡Amor, me voy a caer con el pastel! — me advierte entre risas y rápidamente tomo el pastel, lo dejo sobre la mesita de noche y vuelvo a tomarla por la cintura.
—Ya está resuelto— bromeo cuando hago que giremos en la cama hasta que ella queda debajo de mí y ríe.
—¿Adelantaras la noche de bodas? — pregunta divertida.
La beso lentamente y sonrió sobre su boca —creo que eso ya lo hemos hecho hace tiempo, ¿no? — cuestiono divertido y ríe —además... anoche no pude quitarte ese vestido y me quede con las ganas— explico llevando mis manos hacia su trasero por encima de la tela de su camiseta.
—Tu y yo nunca haremos nada como se debe, ¿no? — comenta y niego con la cabeza.
—Jamás... tu y yo hemos sido hechos para romper las reglas y disfrutarnos cuando y como queramos— explico y ella es quien ahora deshace la distancia entre nuestras bocas para enloquecerme hasta que su camisón y mi bóxer desaparecen y quedamos piel con piel para amarnos como tan bien se nos da. Junto a ella cada amanecer es perfecto, y no porque su cuerpo se convierta en mi bienvenida cada día, sino porque el simple hecho de tenerla a mi lado y verla sonreír como lo hace, me hace entender que estoy completo en esta vida, que encontré esa famosa mitad de la que mucho hablaban y en la que yo no creía hasta ahora.
Romper las reglas con ella es algo que se vuelve costumbre y me encanta porque hacemos las cosas a nuestra manera, incluyendo estar ahora desnudos en la cama disfrutando de el exquisito pastel de chocolate después de haber hecho el amor y con una boda que celebraremos esta noche —al final no he podido darte tu regalo— comenta probando una de las fresas que está encima del pastel.
—Creía que eras tú y nuestro bebé— respondo divertido y ríe.
—También... pero te compre algo— comenta y para mi deleite visual, ella se levanta de la cama y camina hasta la cajonera que está a un costado de la habitación y abre uno de sus cajones. De allí saca una pequeña cajita y de inmediato regresa a mí —feliz cumpleaños— me dice entregándome la caja.
—Gracias...— digo y al abrir la caja, me encuentro con un brazalete de cuero como los que suelo usar con la frase "love you daddy" (te amo papi) grabada en el.
—Mi idea original era decirte así que serias padre, pero bueno... ya sabes...— dice tímida y no puedo más que perderme en su mirada y acercarme a ella para besarla —ah, pero ni pienses que es tu único regalo, en Orlando esta tu regalo de verdad, solo que no me pareció conveniente traerlo— advierte dejándome con la duda de que puede ser.
—Sí que eres misteriosa cuando quieres eh...— bromeo — pero, que sepas que te amo, tú y nuestro hijo son el mejor regalo de mi vida— le digo con toda honestidad y es ella ahora quien me vuelve a besar, pero el molesto ruido de mi celular nos interrumpe haciéndonos reír.
—Hasta que no haya pasado la boda no tendremos paz... prepárate— me advierte entre risas que me contagian.
—Ya veo... sabes, no veo la hora de estar solos tú y yo en Hawái— confieso y sonríe.
—Contesta antes de que vengan aquí— me pide y se levanta de la cama.
—¿Dónde vas? —
—A ducharme amor, tengo que prepararme para casarme con un hombre guapísimo esta noche— me dice guiñándome un ojo mientras que se aleja de la cama haciéndome reír y sin más remedio, respondo la llamada.
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EL INVITADO DE LA BODA [TERMINADA]
Romance¿Que sucede cuando un invitado de la boda se enamora a primera vista de la novia? ¿Que sucede cuando la novia es la hija de su socio? LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE MATERIAL QUEDA PROHIBIDA. LA HISTORIA ESTA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE . C...