Deseo

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Massimo

Había pasado más de una semana desde la última vez que Vi a Ellen,pues tuve que viajar por trabajo.
Me dirigí a mi despacho cuando me encontré a Ellen ahí, revisando los libros que habían,suspiré y me acerque a ella.

- No te acerques - me rogó Ellen

-¿Por qué?¿Me tienes miedo?

- No...pero si lo tuviese,tendría motivos,no has Sido en lo absoluto amable conmigo, ni antes ni después de...el "incidente".

Mis ojos brillaban y continue acercándome.

- No te haré daño.

- Oh permíteme dudarlo,desde que me has vuelto a ver te las has ensañado conmigo- me reprochó

-  Has Sido la perdición de esta familia Ellen,por alguna razón a mi polla parece no importarle,y no entiendo por qué - le confesé dejándola sin respiración - Es decir eres hermosa,pero eso no justifica que te desee de esa forma,¿Me lo explicas,por favor? Y ya que eres psicóloga,¿Podrías decirme por que si te odio tanto,me muero por follarte?

- Es por qué me consideras prohibida por haber Sido novia de tu hijo - murmuro ella - Te haces mayor e inconscientemente quieres medirte con tu hijo,quieres demostrarte a ti mismo que aún puedes seducir a una chica joven...no importa si me odias o me considerás una zorra.

- Mira hace rato estuve follandome a una mujer y no es mucho mayor que tú,y además...es la esposa de un amigo...tengo bastante de eso,como vez no eres la única zorra cerca de mi,pero si la única a la que deseo,ella solo fue tu sustituta,por qué a ti no puedo tenerte.

- Tu lo has dicho:no puedes.

Yo solo sonreí pero había algo de tristeza en mi.

- Nos lo perdemos ambos,quieres doblegarme,eso lo tengo claro, quieres hacerme la vida imposible para vengarte de mi por lo que sucedió hace siete años,pero también sé que en este instante mojas tus bragas al oírme.

Ellen entre abrió los labios y dejó escapar el aire lentamente.

- Pero se que no es suficiente, necesitas que te haga perder la cabeza,un hombre más joven que te considere maravillosa,pues deberé resignarme por qué yo no lo soy.Tengo cuarentena y dos años y muy a mi pesar,estoy perdiendo la cordura por alguien que no merece más que mi desprecio,tal vez sea hora de admitir que no puedo ofrecerte nada.

- Y no tienes nada que lamentar,te lo aseguro - murmuro ella.

- Oh,claro que si- replique con amargura- Me quedaré con las ganas de probar que se siente que no me mires ni con odio,ni con miedo ni con furia. Me perderé algo que se que jamás conseguiré en otra mujer,por que podré follar muchas pero ninguna tendrá el rostro de Ellen king corriéndose para mí.

Cuando me gire para emprender camino fuera de este lugar,ella me echó los brazos al cuello e hice caso a ese impulso.

- No te quedes con las ganas,me correré para ti y le pondremos punto final a esta locura- murmuro sobre mis labios y luego me besó.

Tu Me QuemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora