Tu Me Quemas

Salvaje y Voraz

Massimo abrió los labios y tomo el control violentamente,le puso la mano en la nuca y la otra en el culo para que cada centímetro de su cuerpo estuviese en contacto con el de ella,ella le correspondió de una manera salvaje y voraz, gimiendo como un loco mientras la besaba le dijo:

- ¿Te correrás para mí?

- Si...si..si - respondió Ellen entre suspiros.

El literalmente jadeaba cuando pregunto sobre los labios que más había deseado en la vida:

-¿Por qué?¿Dime...por qué?

- Para poder seguir adelante..y por qué quiero,no puedo evitarlo - le confeso - Pero no puedo darte más que eso Massimo,solo mi placer.

El sonrió,ella no dijo nada,pero le quedó claro que no podía follarsela ese dia y quizás nunca podrá,Era un entendido imposible de ignorar,pero no le importo.

Sin dejar de besarla,metió una mano dentro de sus bragas y se sorprendió por lo húmeda que estaba,tenía los suaves labios mojados.

- Joder..estás empapada..Ellen,voy a devorarte.
Y antes de que la joven pudiera decir algo se arrodilló frente a ella y con ambas manos le bajó las bragas.

Ella sabía que estaba mal que no debia pero aún así le permitió que le mordiese la boca,que tocará su sexo,que le quitase las bragas y le permitió mucho más.
Mientras Massimo desprendía su falda Ellen temblaba.

- Tranquila- susurro el con la mirada fija en su vagina que acababa de descubrir - Ah,qué belleza..

Ellen abrió los ojos,lo vio pasarse la lengua por el labio inferior justo antes de tocarla.

El levantó la mirada y sus ojos se encontraron, entonces el abrió sus piernas lentamente y lamió, Ellen jadeo y su respiración se tornó errática mientras que no podía dejar de mirar como el enroscaba la lengua en su clítoris y succionaba.

- Hueles muy bien....y sabes mejor aún..- le dijo el con voz ronca - Dime cuánto te gusta lo que te hago.

Ella gemía y empujaba su pelvis hacia adelante y sin poder evitarlo.

-Me gusta a morir...te odio por eso...

Podría haber jurado que ella sintió la sonrisa de Massimo en su delicada piel.

- Echate en el sofá y ódiame más cariño

- No Massimo,hoy solo te daré mi placer - dijo ella agarrándolo del cabello.

- Está bien,solo esta vez son tus reglas.

Luego el comenzó a subir y la besó y bajo una mano hasta su vagina y metió los dedos en su interior sin parar,unos minutos después ella explotó en un orgasmo intenso,tal vez el más intenso de su vida.

- Eso es..disfruta Ellen..disfruta para mí.

Ella jadeo y cogió aire,y le dijo lo que no debía:

- Estarás contento de comprobar lo zorra que soy.

A lo cual el respondió mientras lamía sus dedos:

- En todo caso,eres mi zorra ahora,ya te lo he dicho,te quiero para mí Ellen..

A ella le dió un vuelco al corazón,se sentía poseída por ese hombre imponente que la había tocado y besado como nadie.

Bajo las manos y se abotono la falda y se puso las bragas bajo la ardiente mirada de Massimo,que respiraba agitado.
Se dirigió a la puerta y dijo:

- Mañana nos vemos y gracias,te debo una.

Puede que la faceta razonable de Ellen no quisiera avanzar en lo que fuera que estuviera pasando entre ellos,pero la otra faceta,la que se derretía cuando el la tocaba,no estaba en lo absoluto de acuerdo.