Darte de Comer

542 33 8
                                    


Ellen

Me encontraba en una cama que en la que se suponía que no debería estar,y que ese calor que sentía en la nuca provenía de quién no debería.
Me quedé inmóvil disfrutando y padeciendo de la culpa y los recuerdos.¿Era posible disfrutar y padecer a la vez?lo era,sobre todo si trataba de fingir que no había pasado nada.

Me estaba a punto de mover cuando sonó un teléfono,que no era el mío.

-Joder...- murmuro Massimo

Por la forma en que Massimo contestó me di cuenta que no era por el teléfono,y me pregunte a mi misma si tal vez el sentía esa mezcla de satisfacción y culpabilidad también.

Me quedé observando todo su cuerpo y realmente este hombre era una tentación.

- Arriba - dijo finalmente,ni buenos días ni nada...así era Massimo.

Me levanté,bien envuelta en la sábana,al mismo tiempo que miraba a mi alrededor buscando mis bragas al menos.
A la luz del día se me hacía difícil estar desnuda ante el.

- Sabes...esa especie de inocencia virginal en ti me resulta muy sexy.

Me quedé desconectada por un momento,pero luego entre en acción,me marché a mi cuarto y comencé a vestirme,me dirigí al baño para mirarme al espejo y mi cabello revuelto daba a entender a gritos que había follado.

Me dirigí y busque unos vaqueros con un top y mis zapatillas,me puse a repasar todo lo que había pasado anoche..

Flashback

Desde que le había rogado a Massimo que me hiciera gritar,todo se había presipitado, entonces le saco blusa y llevo la manos hacia el escote.
Ellen se había quedado sorprendida cuando de un solo movimiento se deshizo de la prenda y fue así como la desnudo a zarpazos,entre ardientes miradas y besos breves  que eran casi mordiscos,cuando la tuvo completamente desnuda dió un paso atrás y la miró con los ojos brillantes.

- Por dios..eres perfecta...eres..-no pudo terminar las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.

- Aquí me tienes.. Igual que cuando me arrastraste fuera de la bañera, terminemos con esta obsesión.

Lo vio sonreír y ese gestó la calentó,lo deseaba de una forma igual o aún más que el.

- Ellen estabas completamente vestida el día que perdí la cabeza por ti- fueron las palabras que la confundieron aún más.

El la agarro por la nuca y la besó lentamente por un largo rato,se pegó al cuerpo de Massimo y se aferró a su cintura y se entregó a él mientras de devoraban mutuamente.
Las manos de Massimo recorrieron su cuerpo y se dirigió a sus pechos,sus nalgas y la húmeda hendidura que se abría para el,cuando separaron sus bocas ambos jadeaban.

La penetró con dos dedos mientras le lamía el cuello,y las lamidas dieron lugar a los mordiscos y los mordiscos a los chupetones que iban bajando por el cuerpo de ella

- Joder...cuanto te deseó- lo oyó susurrar sobre uno de sus pezones.

En ese momento ella noto que salvó los genitales el seguía vestido,así que le rogó que se quitará la ropa.

- Házmelo tú.

Ella le deslizó la camiseta por los ombros y dejó al descubierto ese cuerpo tan trabajado que él tenía,no era la primera vez que lo veía.

- Follame ahora...- le rogó ella

- ¿Tienes prisa por acabar con esto?- murmuro el

Este hombre era desesperante...pero ella también podía jugar ese juego.
Debía ser más atrevida y lo fue,lo siguiente que le dijo fue del todo convincente por qué después de eso Massimo perdió la sonrisa burlona.

- Te estoy pidiendo que me la metas así pueda correrme.

Sin más que decir el la tumbo sobre la cama,le abrió las piernas y observo su sexo.

- Fantasear con esto siempre casi me destruyó la mano derecha - le confeso el.

Ella solo jadeaba y estaba más exitada que en toda su vida.

- ¿Quieres mi polla?

- Si,por favor- claro que la quería nunca la había deseado tanto.

- Convénceme entonces para que me meta entre tus piernas.

- Hazme lo que quieres,como quieras...lo quiero todo de ti.

- ¡Joder!- exclamó Massimo seguido de un ronco gemido.

Cuando Ellen volvió a la realidad,el la observó respirando agitado..

- Has hecho que...me corriera sin siquiera tocarme...como si tuviera quince jodidos años..-murmuro entrecortadamente.

Ella lo miraba sin entender.

-¿Cómo?

Ellen no podía creerlo,nunca le había pasado una cosa asi..

- No soy un eyaculador precoz....te lo juro..pero esto ha Sido demasiado.

Se lo veía avergonzado al aclararlo y eso la lleno de ternura.
Entonces se enderezó y empezó a tocarle la polla.

- Nada de eso- dijo el.

-¿Por qué?

- Por que ahora sí estoy en condiciones de follarte como es debido,mantendrás la boca cerrada y te lo haré lento y dulce primero y profundo y duro después - le dijo- Y te dormirás saciada te lo aseguro.

Y acto seguido la levanto como si fuera una pluma y acto seguido después la acosto en la cama y estuvieron toda la maldita noche follando.

Tu Me QuemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora