Tu Me Quemas

No me Alejes

Ellen

Había pasado una semana y Massimo y yo estábamos bastante tensos por lo que él me invitó a ir al spa.
Lo que realmente hubiera deseado era quedarme en casa con Massimo,pero el parecía querer guardar distancia entre nosotros y no entendía el por qué¿Se habría cansado?¿Se habría saciado?eso me género mucha angustia,por qué estaba segura que a mí eso no me pasaría jamás.

Cada vez lo deseaba más,pero nada ganaba con ponerme a pensar en eso así que me puse el traje de baño,me puse la bata del spa y decidí dirigirme al jacuzzi.

Entre y solo habían ocho personas.
Pude ver a Massimo dentro del sauna,ya que tenía paredes de cristal.

Salió de ahí y se acercó a mí.

- ¿Te vas a meter al sauna?

- Ni muerta.

- Bien, entonces vamos al jacuzzi.

Estaba desconcertada,Massimo me trataba educadamente no hacía observaciones de doble sentido,no me provocaba,se lo veía serio.
Me gustaba más el otro Massimo,el grosero el pervertido,hasta enfadado.

Me metí al jacuzzi y dejé que un chorro de agua me diera en la cintura,dios.... que placer,cerré los ojos por unos minutos,no tenía ni idea de lo que estaría haciendo el...solo esperaba que me estuviera mirando,en este instante hubiera dado cualquier cosa por sentirme vulnerada e incomoda por alguna de sus miradas.

No quería despegar los párpados,solo quería imaginar que el venía se acercaba y me tocaba,cuando por fin los abrí no solo Massimo no me estaba mirando si no que estaba en la piscina ahora.

Estuve un buen rato en el jacuzzi e incluso Massimo se había ido y me había dejado aquí sola.

Subí a la habitación y decidí ducharme,me peine y me puse mi ropa interior,me sentía bastante deprimida.

Me metí en la cama sollozando,me dolía en corazón como nunca antes,pues ya no podía negarme estaba jodidamente enamorada de ese hombre.
Y también asumí que el podía desearme pero¿Amarme?no.
Definitivamente no me amaba,y aún que lo hiciera¿Cómo podríamos llevar adelante una relación dónde estaba en juego nada más y nada menos que Cristopher?de forma clandestina era la única posibilidad...
Y sinceramente,no veía a Massimo como un hombre que anduviera escondiéndose por ahí.

Sí que era cierto lo de "una noche" había caducado,pero no iba a ir más allá,eso era evidente.

Me sentí realmente desolada, llore hasta que ya no me quedarán lágrimas.

Estaba completamente enamorada de Massimo Lauden,y ya no tenía sentido negarlo.