Tu Me Quemas

Un cazador y su presa

Massimo

Vi todo lo que sucedió con mi hijo y Ellen,mi rostro se transformó.
Lo que experimente en mi interior me dolió incluso.

Caminé directo a mi objetivo,ciego,sordo y con un nudo en la garganta. Pero cuando llegue,solo encontré a Ellen,de Cris ya no había ni rastro.

Ella estaba sentada en el césped,con las piernas extendidas y cruzadas a la altura de los tobillos, tenía la espalda apoyada en el tronco de un árbol y los ojos cerrados.

La observé fascinado,igual que lo había hecho el día anterior...Y como en esa ocasión,mi casa podría haberse derrumbado a mis espaldas y yo ni cuenta me hubiese dado,tal era el embrujo de esta mujer.
¿Que demonios me sucede?..volví a sentirme enfermo,pero esta vez conocía la razón,Deseo.

No lo entendía,es decir es preciosa,su cuerpo armonioso,cintura estrecha,pechos grandes...sus piernas que estaban bastantes descubiertas por que el vestido se le había levantado por la brisa,eran perfectas.
Su piel brillaba..era increíblemente hermosa,con esos labios rosados y carnosos y un pequeño hoyuelo en la barbilla,tenía el cabello recogido y unos mechones se le habían soltado y se mecian en torno a su rostro.
Los párpados cerrados escondían los ojos más verdes y más cautivadores del mundo.
Pero yo conocía mujeres igual o más bellas que ella, sin embargo, ninguna me había provocado tantas cosas.
La deseaba y odiaba con igual intensidad y aún que ya no estaba casado y ella ya no estaba con Cristopher,sabía que jamás podría tenerla..

En ese momento Ellen abrió sus ojos y al verme,se sobresaltó y se puso de pie torpemente alisando el vestido y con el rostro completamente nulo.

-¿Otra vez?- me reprochó con el ceño fruncido.

- Eso mismo digo¿Otra vez Ellen?

- ¿A qué te refieres?

- Te he visto con Cristopher.

- Solo hablábamos.

-¿Por qué no lo dejas en paz?¿Por qué te ensañas con el?

- Yo no me...

-¿No?¿Crees que soy estúpido?Se que solo quieres seducirlo.

- Somos amigos,y si lo quiero pero como mi amigo .

- ¿Así que solo amigos?no me lo creo,se muy bien que me odias,pero no vuelvas a hacerle daño por que me conocerás.

- No te atrevas a amenazarme. No te tengo miedo.

- Pues deberías- replique con calma.

Por un momento nos quedamos inmóviles,estábamos demasiado cerca.. inspiré el profundo aroma de Ellen,tenía que hacer un enorme esfuerzo para no tumbarla en el césped y hacerle lo que no debía,me moría de ganas por desnudarla.

- Vamos Ellen si necesitas un polvo seguro que puedes conseguirlo fácilmente sin involucrar a mi hijo- murmuré con voz ronca.

- No necesito..Un..- comenzó a decir con rabia,ella abrió los labios pero no dijo nada.

Entonces perdí la cabeza,levanté una mano y la agarre por el cuello.
Ella no hizo ni el más mínimo intento de zafarse.

La inmovilize contra el árbol,pegue mi cuerpo junto al suyo y la observé cómo un cazador a su presa.

- Si lo necesitás- murmuré sobre su boca.

Y si no hubiera Sido por Luz que la llamo a mis espaldas,esto habría terminado mal....

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