Cabaña

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Ellen

Íbamos camino al "mini viaje" y en el auto iba Luz sentada atrás viendo un vídeo en mi celular que se lo preste,mientras que Massimo iba concentrado en el viaje,yo solo iba mirando por la ventana del auto,era un lugar alejado,muchos árboles y para ser sincera no me gustaba mucho la naturaleza pero esto lo hacía por Luz.
Me pesaban cada vez más los párpados y sin pensarlo me quedé dormida.

- Ellen...- sentí que me hablaba Massimo.

-¿Qué pasa? - murmuré un tanto molesta.

- Te quedaste dormida,ya llegamos Ellen, levantate.

Dios este hombre no conocía el el por favor.

Me salí del auto y Luz ya estaba en la cabaña, obviamente ella ya había venido muchas veces acá en cambio yo ni siquiera sabía de su existencia.
Observé toda la cabaña y si realmente era muy linda,me gustaba mucho.

- Massimo me ayudas a sacar mi maleta por favor

- Si,ya voy.

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- Tía no quiero mas comida - dijo luz haciendo un puchero.

-¿Quieres helado cariño?- le pregunto Massimo a Luz.

- No tío,quiero dormir.

- Yo te llevo a dormir Luz, Massimo sirveme mientras un poco de helado por favor- dije mientras tomaba a luz en brasos y la llevaba a su cuarto.

Acosté a luz y la tape bien,apague la luz y me dirigí a la sala donde estaba Massimo comiendo helado.

Me senté en el sillón y sentí la fija mirada de Massimo.

-¿Qué?- le pregunté mientras tomaba el tazón de helado.

- Cómetelo de una vez - me dijo con voz grave.

Estaba delicioso y sin querer se me callo un poco en la barbilla.

En ese momento Massimo agarro una servilleta y me limpió.

- Gracias- dije sonriendo.

-¿De que te ríes?

- Solo me preguntaba si alguna vez te habías preguntado si estaríamos así,vernos en esta situación.

- ¿Qué situación?

- Pues..está..estar tranquilos,sin insultar,sin pelear,comiendo juntos en este preciso lugar.

Massimo se mordió el labio,parecía nervioso y por primera vez parecía que yo tenía el mando en esta situación.

- Tienes razón,nunca me había imaginado esto...pero si me había imaginado otras cosas- respondió dejándome bastante descolocada.

- Y algunas no solo las imaginé...sucedieron y continuarán sucediendo.

Estuve a punto de atragantarme,si antes estaba ruborizada ahora estoy roja y el estaba intacto.

-ya me llene,no me entra más - dije tocándome la panza.

- Apuesto que con un poco de paciencia entrará.

Diosss,este hombre me iba a matar,cada palabra que decía le encontraba un doble sentido.

- Estoy cansada,creo que me voy a ir a dormir.
El se levantó y me acompaño al cuarto.

-¿Quieres que te acueste cariño?

- Massimo basta.

- Ya te lo he dicho Ellen,te quiero para mí.

- No sé qué significa eso.

- Si que lo sabes- afirmó Massimo y sin previo aviso tomo mi rostro y me besó.
Abrí la boca y recibí su lengua y seguí ese salvaje beso.

- Es mi turno..no me olvidó que te debo una..- susurré.

- No hagas eso..- rogó Massimo tratando de apartarse.

- ¿Lo quieres verdad?¡Dímelo Ellen!

- Lo quiero,quiero ser tu zorra,quiero volverte loca por lo que vamos a hacer..eso quiero Massimo.

- Lo estás logrando..y yo soy incapaz de detenerte cariño.- dijo entre susurros Massimo besando mi cuello.

Me separé de el y me arrodille,el acarició mi cabello,levanté la mirada y el estaba mirándome..entre ambas miradas había fuego.
Con ambas manos libere su polla y sus genitales al completo, acaricie sus testículos y sentía como los dedos de Massimo se aferraban a mi cabello,no pude pensar en otra cosa que no fuera darle placer.
Fui lamiendo cada parte,recorrí sus huevos con mi lengua,su miembro era grande largo y grueso,con mis manos tome su polla y la dirigi a mi boca y fui chupándola y masajeandola con mi mano.
Estuve así un buen rato y fui repartiendo besos en cada parte de ella.

- Pensé que querías darme de comer- dije en un susurro ya que Massimo no se venía.

- Cuando terminé contigo no tendrás hambre no podrás ni moverte te lo aseguro ,te voy a follar hasta que grites...y eso es todo lo que sucederá,y nadie lo sabra,esto no cambiará nada sobre Luz y no cambia que seas una...- lo corte antes de que terminara de hablar.

- Una zorra ya los se...- susurré poniéndome de pie.

- Una zorra -repitio el - Pero aún así te quiero para mí maldita sea.

En este punto era absurdo decir algo y solo me quedaba disfrutar de este momento.

- Hazme gritar Massimo Lauden.

Y tras esas palabras,a él le quedó más que claro que por fin podría concretar lo que tanto había deseado: librarse para siempre de esta obsesión que se llamaba "Ellen King"
















Capitulo largo espero que les guste,y no se olviden de votar cada capítulo,me ayudarían mucho.
Saludos💓



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