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Un año y medio más después...

Corrí más rápido al sentirme más húmeda. La lluvia no cedía y se estaba convirtiendo en una gran tormenta, debía llegar a casa rápido o cogería un resfriado.

Me aferré a la bolsa que contenía su regalo. Hoy era su cumpleaños y todos estarían ahí. Pero para mi mala suerte, mi pedido se tardó en llegar, y cuando estaba camino a casa ningún taxi lograba hacerme la parada. Todos estaban ocupados y justo cuando la tormenta se desató. Si me quedaba esperando un segundo más seguramente Minho me mataría por llegar tarde y dejarlo solo.

Asi que corrí, lo más rápido que podía.

Mi cabello húmedo al igual que mi ropa, y mi polera blanca estaba ahora transparente. Justo ahora quisiera una sombrilla o una chaqueta.

—¡Hola señora Kim! —saludé a la madre de Seungmin quién estaba en su ventana viendo la calle como suele acostumbrar, le encantaba mirar por la ventana cada que llovía.

Giré a la izquierda y toqué el timbre.

Maldición, Hyunjin me matará.

Apreté mi cabello sacando el agua que había en él, y mi sonrisa se acabó cuando ella abrió la puerta.

Rodé los ojos y pasé a su lado golpeando su hombro. Minho estaba sentado en el sofá con su celular. Los padres de Hwang estaban hablando con Lee.

Y Hyunjin... Estaba cruzado de brazos.

—Debiste haber avisado.

—Si bueno, como podrás ver estoy empapada. Decidí correr antes de tomar el celular y tardar más en una jodida llamada.

—Solo, vete a cambiar.

Bufé ante sus palabras. Me di media vuelta y ella seguía con si mala cara, cruzada de brazos y recargada en el marco de la puerta.

Carajo, como la odiaba.

—Y rápido -habló ella- La comida se enfriara.

Mi cabello estaba a un solo lado, así que aproveché y lo quité mojandola a ella.

—No tomes el papel de madre, porque el único papel que tienes es de una zorra.

Ella iba a golpearme como solía hacer, pero esta vez Hyunjin estaba apreciando todo.

—Momo, basta.

Ella lo miró furiosa y después a mi, sonreí a su dirección y salió del comedor.

Salí y vi a Minho él se levantó al igual que los padres de Hwang.

—¡Llegaste!

Minho se acercó a mi y cubrió mi camisa con su chaqueta lo cual agradecí. Besó mis labios y susurró en mi oído.

—Tardaste demasiado, comenzaban a aburrirme. —reí.

Los padres de Hwang me abrazaron y la señora apretó mis mejillas.

—¡Cuánto haz crecido! Hace mucho que no veía a mi linda nieta.

Sonreí incómoda y tomé la mano de Lee.

—Voy a cambiarme de ropa, en seguida bajamos.

Jalé a Minho y subimos las escaleras hacia mi antigua habitación, Lee cerró la puerta y se sentó en la cama.

—Odio dejar a Minnie sola en casa.

—No tardaremos mucho, solo comemos, Hwang abre los regalos y listo, nos vamos.

LEGAL² | LEE MINHO | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora