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Alcé la mirada ante ella, su rostro no me indicaba nada más que enojo y decepción. Pero poco me importó.

—¿Perdón?

—No te hagas la tonta, Haneul. Fuiste la amante de Jae y enfrente de mis narices, poco te importó que tuviera novia, ¡inclusive que ya estuviésemos casados! ¿Porqué? Después de todo lo que te ayudé, te consolé y fui tu amiga, ¿me pagas de esta manera?

—Bien, no tengo nada que decir al respecto, ¿para qué negarlo, sabes? Pero, en mi defensa yo no sabía nada de ti al principio.

—Pero sí hasta el final. Y te valió una mierda.

—Perdona pero, en primer lugar, Jae no quería casarse contigo, fue por obligación, y en segunda, ¿porqué me sigues reprochando si ya no están juntos?

La pequeña niña se escondió tras de Wheein, me miró y frunció su ceño.

—¿Conoces a mi papá? —la niña salió de su escondite, miró a su mamá y después a mi— ¿Sabes dónde está?

—Haneul, basta. —susurró Wheein.

Me incliné hasta la niña y sonreí.

—Tu padre era amigo mío —Wheein bufó y tomó de la mano a la niña.

—Ella no tiene que saber sus porquerías.

Suspiré y seguí hablando con la pequeña.

—La verdad, es que no sé dónde está, pero si quieres verlo, yo puedo ayudarte.

—¡¿En verdad?! Mamá dice que no sabe nada de él y que no puedo verlo, pero si tú nos ayudas podemos estar juntos los tres.

—No, no te metas en esto Min, ya hiciste suficiente. Haneul no sabe lo que pasa, así que deja las cosas cómo están.

—Perdona —me levanté y la miré fijamente— Pero aquí yo no soy la mala para Haneul, no todavía. Por el momento eres tú, Jae tiene derecho ver a su hija, si ya no quieres nada con él, bien, es su problema, pero Haneul no tiene que pagar los platos rotos.

—Vaya, hasta que piensas con claridad, haz madurado Min. Pero, me vale una mierda, yo decidiré cuando puede verla.

—Estás jodida.

—¿Y me lo dices tú?

Wheein tomó a Neul entre sus brazos y se fue del parque. Suspiré, poco a poco volvía a sentir aquél estrés, todas las cosas malas que hice se estaban revirtiendo. El karma existe. Y me arrepentía de todo lo que había hecho mal. Hwang... Jae... Lee.

No me arrepiento de tener una relación con Lee, me arrepiento de haberlo adentrado a mi mundo y que conociera lo peor de mí.

No me arrepiento de tener una relación con Lee, me arrepiento de haberlo adentrado a mi mundo y que conociera lo peor de mí

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Me quejé al momento de tirarme en la cama. Unas cuántas risas se escuchaban en el piso de abajo, y es que unas amigas de Momo estaban en casa.

Tocaron mi puerta y al entrar pude ver que era Hwang.

Miré al techo e ignoré el echo de que había pasado sin mi permiso.

—¿Cómo te sientes?

—¿Cómo crees que debería sentirme?

Hyunjin se acostó a un lado mío y dio un largo suspiro.

—Esta vez apoyo a Lee. No por lo que él hizo, eso estuvo mal, pero tiene derecho al sentirse celoso de Jae.

—No me vengas con esa mierda, Hwang. Lo hubiera entendido si me hubiera besado con él, o sentado en sus piernas, ahí ni yo decía nada. ¡Pero sólo conversábamos! Él fue el que hizo esas estupideces.

—Bueno, viéndolo de esa manera.... Sí, tienes razón.

—¿Qué haces aquí? Deberías ir con tu prostituta personal.

Hwang rió ante mis palabras y se encogió de hombros.

—Sus amigas me caen mal.

—¿Y ella no? Ugh, yo prefiero a sus amigas que a ella. No sé qué le ves.

—Ni yo —susurró— En fin, no quiero hablar de eso. Solo... No quiero que estés con él.

—Ay no... —musité.

—Déjame hablar. No quiero que cometas los mismos errores. Jae ya se casó, tiene una hija él ya hizo su vida y viene como si nada por ti, odio decirlo pero, prefiero a Lee. Él te ha tratado mejor que Jae y yo juntos durante todos estos años. Te ha respetado, te valora, y se encarga de cada momento decirte un te amo. No lo castigues solo por un pequeño error que hizo estando ebrio.

—Sí, tienes razón —suspiré— A ti te soporté más y no eres tan lindo como él.

Hwang rió y me abrazó, dejó un pequeño beso en mi cabeza, deslicé mi brazo por su abdomen y recosté mi cabeza en su pecho. Escuchaba los lentos latidos de su corazón.

Esperaba que durante mi estancia me sintiera así de cómoda, justo como en estos momentos.

Esperaba que durante mi estancia me sintiera así de cómoda, justo como en estos momentos

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LEGAL² | LEE MINHO | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora