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Jisung y yo estábamos bailando, saltando y riendo. La estaba pasando muy bien, a decir verdad.

Sunmi estaba cantando uno de sus últimos sencillos, una de mis canciones favoritas, hace unos minutos hubiera jurado que me iba a dar un paro cardíaco, Sunmi se había acercado a nosotros mientras cantaba, se incó, y Jisung no tardó ni dos segundos para capturar aquél momento tan maravilloso.

Nos sonrió a ambos y se fue por el escenario a bailar.

Dios. Que diosa es.

La multitud gritó cuando Sunmi arrojó una botella de agua logrando mojarnos. Tiempo después aventó una de sus chaquetas y Jisung volvió a tomarla, estaba segura que ese chico había hecho un pacto con el diablo para siempre ganarla.

Aunque una niña como de trece años se la estaba intentando robar, y Jisung como todo un macho alfa logró empujar a la niña apartandola.

Me reí cuando su mamá nos miró mal.

Al salir del concierto no teníamos a donde ir.

Hacía frío y Jisung me regaló la chaqueta de Sunmi justificando que él ya tenía una, solo me advirtió que no la usara mucho y tampoco la lavara para conservar el olor de Sunmi.

Por dios, y él dice que la loca soy yo.

Mi celular vibró anunciandome una llamada de Seungmin.

Contesté sonriendo.

—Hola, Kim, ¿Que pasa?

—¿Ya salieron del concierto?

—Si estamos caminando hacia el auto, tranquilo, tu hombre está a salvo.

Jisung rió y golpeó ligermente mi hombro.

—No, no es eso, es que, necesito que vengan al bar, Minho tomó demasiado y Kiara está tratando de hacerlo reaccionar.

—¿Pero está bien?

—Si, solo se quedó dormido de repente. Vengan rápido, ¿si?

Finalicé la llamada con Kim y corrí al auto junto con Jisung.

Al llegar al bar varias personas nos empujaban, hasta que logramos verlos

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Al llegar al bar varias personas nos empujaban, hasta que logramos verlos.

Jisung se había quedado detrás y para cuando me giré, no estaba.

—¡Han! —pasé entre tanta gente para encontrarlo, pero aún así no lo lograba— ¡Han!

Alguien había tomado mi mano, y estaba segura que era Jisung.

—Mierda, me asustaste Jisung.

Pero cuando lo miré, me había decepcionado a mí misma.

Sonrió y suspiró.

—Cielos, había olvidado tu voz Min.

Me giré para evitarlo pero aún me tenía tomada de la mano, así que evitó mi huida

—¿Porque siempre huyes de mí?

—¿Qué haces aquí, Beom?

—Venía por unos tragos, pero me encontré con una linda sorpresa.

—¡Haneul! —Jisung me tomó de los hombros— Te estaba buscando. —miró de reojo a Jae y me volvió a mirar, hasta que abrió los ojos como platos y volvió a mirarlo— Ay, mierda.

—También es un gusto verte, Jisung.

—¿Nos vamos?

Jisung jaló de mi brazo pero Jae jaló del otro.

—Lo cierto Han, es que tengo que hablar con ella.

—Lo cierto Im, es que tenemos que ir con el novio de Haneul, asi que si nos disculpa...

—¿Novio? —preguntó burlón— ¿Entonces te quedaste con el idiota de Hwang, Neul?

Quité mi brazo de su mano con fuerza, logrando zafarme, miré mal a Jae y supiré.

—No tengo porqué darte explicaciones, si me quedé con Hwang o no, es mi problema, te recuerdo que estás casado.

—No. Me divorcié, te prometí que volvería por ti, pero veo que lo olvidaste. —suspiró— ¿Podemos hablar?

—No.

—Por favor.

—Ya dijo que no, adiós.

Jisung comenzó a correr conmigo hacia donde estaban ellos.

Me detuve al ver a Minho tomando y riendo por las cosas que Kiara le decía, o más bien le susurraba cerca.

Seungmin estaba levantando frente a la mesa, de espaldas y con su celular, en cuanto nos vio alzó su mano.

Me giraron bruscamente y era él de nuevo.

—En verdad necesitamos hablar, Haneul.

—¡Dije que no!

—No me rendiré hasta que aceptes hablar conmigo.

—¡Y si lo hago, ¿me dejarás en paz?!

Él asintió y le dije a Jisung que iba a estar bien.

—Pero, Minho...

—Aún no nos mira, tú ve, diles que fui al baño y que pronto volvía, estaré cerca de aquí, ¿si?

Jisung asintió no muy convencido, miré a Minho por última vez y él comía de las chucherías que había en la mesa.

Me fui con Jae a una mesa no muy lejos de la de Jisung, me senté y lo miré mal.

—Bien, qué es lo que quieres.

—A ti.

—A ti

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LEGAL² | LEE MINHO | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora