019

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Mordí mi labio y sonreí. Crucé mis brazos y ladee la cabeza.

—Vaya sorpresa, Min. —quitó sus gafas oscuras y me miró de arriba abajo— Nunca pensé encontrarte aquí.

—Bueno, ya somos dos.

Hyunjin pasó su brazo por mis hombros.

—¿Sucede algo? —dijo serio.

—¿Profesor Hwang? Oh, santo cielo. ¿Entonces los rumores de ustedes dos eran ciertos? —rió— Bueno, no me sorprende de alguien como tú Haneul.

Reí levemente y puse un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, me encogí de hombros y la miré.

—Oh, Melissa, no todas somos como tú, Hwang... Es mi padrastro.

Hyunjin aclaró su garganta incómodo.

Melissa nos miró divertida y mordió un extremo de sus lentes.

—Bueno... —miró a Hwang de arriba abajo y mordió su labio— Oí que su esposa murió, lamento mucho su perdida, profesor.

—No soy más tu profesor, Melissa, basta de llamarme con honores.

—Oh, por favor, quería llamarlo desde hace mucho para clases extra de baile, pero nunca pude conseguir su número. —ella se acercó a él y tomó su corbata— No me vendrían mal, clases extra, ¿cierto?

Sonreí y tomé su muñeca.

—Él no está disponible, llévate tu "uh lala~" a otra parte.

...

—¿En dónde vivías antes?

—Alemania.

—Uh, lala~ la ciudad del amour~ —habló una chica con el cabello rojizo.

—De echo... —hablé de repente—Tus palabras son francés, no alemán. Y la ciudad del amor es París.

Todos rieron por el comentario de la chica y esta me fulminó con la mirada.

...

Melissa ahora tenía su cabello negro, era lacio a comparación de como lo tenía en el colegio. Y claro, nuestra relación, nunca fue buena.

—Bien, los veo después... —habló con una sonrisa en sus labios.

—Espero que no. —sonreí.

Melissa rió leve y se fue.

Hyunjin bufó con un aire divertido.

Comencé a caminar a la camioneta de Hwang, me subí y pronto llegamos a su casa.

Al llegar claramente estaba Momo, con una camisa de Hyunjin y solamente un short que cubría su parte baja.

—Hola, cariño, ¿estás bien?

Hyunjin quitó los brazos de Momo de su cuello y suspiró.

—Estoy bien. ¿Podrías saludar, por favor? —le susurró de cerca para después ir a dejar su saco en el sofá.

Momo me miró y puso su cabello de lado.

Comenzó a caminar a la cocina mirándome.

—Hola —dijo entredientes.

Sonreí y mostré mi dedo corazón hacia su dirección.

—Haneul. —reprendió Hwang.

Hyunjin se acercó con velocidad a mí y bajó mi mano llevándome a las escaleras, donde me subió a mi habitación.

—¿Podrías comportarte tan solo una vez?

—Podría, pero no quiero. —me acosté en mi cama y miré como Hyunjin sacaba unos pantalones y una sudadera del armario.

La aventó hacia mi cara y se burló.

—Toma una ducha, o te enfermarás.

Mordí mi labio y sonreí.

—Nah, no quiero que tu loca empiece a decir que lo hago para provocarte. —suspiré y me levanté— Iré a mi casa, así que ahí tomaré un baño, no te preocupes.

Fui a abrazarlo y le di un beso en la mejilla despidiendome.

Salí de la habitación y bajé tomando mi mochila.

Saliendo de casa tomé un taxi que me llevara a casa.

Abrí la puerta del departamento y Minnie comenzó a dar saltos al verme.

La tomé y acaricié su pelaje.

—Minho.. —lo llamé por toda la casa.

Hasta que lo encontré durmiendo en nuestra cama.

Entré al baño a tomar una ducha.

No tardé más quince minutos, salí con una bata y justo cuando iba a ir a vestirme el timbre resonó por toda la casa ocasionando que Minnie comenzara ladrar.

—Minnie, silencio.

Abrí la puerta, él estaba frente a mí realmente, con una sonrisa de oreja a oreja, tenía un ramo de rosas blancas y abrió sus brazos.

—¡Sorpresa!

—¡Sorpresa!

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LEGAL² | LEE MINHO | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora