018

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El chico rubio seguía sentado en el sofá, bebiendo una copa de vino.

Su semblante seguía divertido. Pidió que nos dejaran solos, ni el chico de la barra ni Lee, estábamos solos.

—Ay lindura, ¿quién diría? Tienes una cara de ángel pero eres un completo demonio.

—No vengo a que me reproche, señor.

—Oh, por favor, no me digas señor, soy Christopher, si me sigues llamando así dudo que duré mucho solo admirando tu belleza.

Reí levemente y crucé mi pierna.

—¿Acaso cree que me tendrá a sus pies señor Bang?

—No, claro que no, haz madurado a comparación de la última vez, y lo sé perfectamente.

Suspiré y me recargué en el sofá, Chris pasó su lengua por sus labios y rió bajo.

—Al parecer esa chica te odia. ¿A quién más le haz hecho daño Min?

—¿Eso importa?

—¿Acaso no lo crees? Importa si quieres encontrar a esa chica. No sé, la novia de Jae, las pretendientes de Hyunjin, la madre de Lee.

—¿Porqué me odiaría mi suegra?

Bang se encogió de hombros y comenzó a reír.

—Desvirgaste a Lee, así que...

—Lee no era virgen cuando comenzamos.

—En fin, lo único que esa chica dijo era que solo necesitaba el dinero de una semana, no más.

—¿Cuánto pagas?

—Cien mil wons a la semana.

Ahora entendía el porqué.

—Dijo también... Que sufría de bipolaridad, su apellido es Choi eso es todo.

 Que sufría de bipolaridad, su apellido es Choi eso es todo

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—Mierda.

Cubrí mi rostro y suspiré.

—No podemos hacer nada si ni siquiera vimos su rostro, solo hay que tener más cuidado.

Mordí mi labio y miré a Lee. Él seguía acariciando mi cabello mientras yo estaba acostada en sus piernas.

—¿Y qué tal si no hay suerte la próxima vez?

—Haré lo posible para protegerte.

Semanas después..

Las gotas de lluvia caían por mi rostro, por todo mi cuerpo y también en las flores que sostenían mi mano. Un trueno se escuchó con demasiada intensidad, su brazo pasó por mis hombros, formando un cálido abrazo y un beso en la frente causando un lindo sentimiento.

Volví a leer su nombre en la lápida, la mano de él acariciaba mi hombro.

De pronto, Hyunjin se fue dejándome sola frente a la lápida de mi madre.

Hacía cuatro años que había muerto, y seguía doliendo con la misma intensidad que ese día.

—Lo siento. —susurré.

Aunque era realmente inútil pedirle perdón ahora. Sentía la necesidad de hacerlo una vez más.

—Nunca fuí una buena hija —me sinceré— Y jamás lo seré. Lamento en verdad todo lo que te hice, jamás pensé bien en si era correcto engañarte con Hyunjin. Me arrepiento totalmente. —sorbí mi nariz y me senté en el pasto húmedo importandome muy poco— Sabes... Casi muero de nuevo —reí ligeramente— Supongo que lo merezco. Pero.. Por otra parte agradezco seguir aquí, por Lee... Lo amo como no te imaginas. Él... —sonreí— Es muy lindo conmigo, es el chico que siempre deseaste que encontrara. Recuerdo cuando de pequeña a los diez años un niño me dio un beso, te enfadaste tanto que fuiste a decirle a su madre —reí nostálgica— Después tuviste una charla conmigo, y dijiste que esperabas que encontrara alguien de bien... Y Minho es ese chico.

Dejé el ramo de flores y me levanté.

Caminé hacia atrás y accidentalmente choqué con alguien.

—¡Lo sien-!

Me quedé sin palabras al ver su sonrisa burlona, quitó sus lentes oscuros y mordió su labio ladeando su cabeza.

Me recorrió con su mirada y suspiró.

—Que sorpresa... Min Haneul.

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LEGAL² | LEE MINHO | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora