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Me acosté en mi sofá frustrada, sentía ganas de llorar y romperlo todo. ¿Porqué ahora? ¿Porqué justo cuando pensé que mi vida estaba resuelta?

Y, ¿porqué me sentía así?

No sabía cómo sentirme, ¿feliz? ¿Triste? ¿Derrotada?

Pensaba que mi vida ya no sería un caos en el momento en que dejé mi vida a Lee, en el momento en el que le fíe mi vida y mi corazón, sin importarme si lo rompiera. Y de una u otra forma, me estaba jodiendo.

Sabía que Lee era el correcto, pues fue el único que me trató con verdadero amor durante toda mi vida. Pero... ¿Y si para él yo no era la correcta?

¿Porqué me confundía ahora con su llegada?

Mirarlo ahí como si nada, dolía. Dolía como nunca hubiese imaginado. Se veía ¿bien? ¿O no lo estaba? Ugh, ni siquiera me pude dar cuenta de lo que observaba realmente. Verlo fue como si se me hubiese detenido el tiempo y hubiera quedado atrapada en los años.

Grité de coraje y me permití llorar.

¿Acaso nunca podré estar estable con mis emociones?

Tiré un cojín del sofá lejos y cayó por algún rincón del departamento, el cuál observé detenidamente.

Pensaba en lo lindo que era, y cuánto esfuerzo nos costó a Lee y a mí conseguirlo, sin apoyo de nuestros padres pudimos salir adelante.

Cuatro años atrás...

Me tiré en el suelo del nuevo departamento, estaba agotada, había pasado meses para conseguir dinero y poder pagar un departamento solo para él y para mí.

Sonreí mirando el techo y comencé a reírme.

—¿Qué sucede? —preguntó Minho acostándose a un lado de mi.

—Lo logramos.

Minho suspiró y me abrazó, dejó un pequeño beso en mi mejilla y se quedó así por un corto tiempo.

—¡Por fin ya vamos a tener un lugar donde embriagarnos! —gritó Kiara.

—¡Si! —gritaron al unísono Seungmin y Jisung.

—¿Y porqué aquí? Jisung y Kim se mudaron al frente, ellos pueden poner la casa. —se levantó Minho al decir tales palabras.

—Su casa es más amplia, callense. —dijo Jisung riendo.

Todo pasó como lo planeé.

Pero esto fue demasiado.

Tan solo recordarlo, me daba demasiada impotencia.

—¿Qué pasa Min? —preguntó burlón— Parece como si hubieras visto a un muerto.

Me aferré a la correa de Minnie, la tomé en brazos, agarré bien los libros y respiré ondo.

—Que linda te ves. —dijo sonriendo.

Corrí de nueva cuenta, y me metí entre callejones para evitar dejar rastro. Corrí lo más que pude hacia el departamento.

Él había regresado. Tenía que decírselo a Lee.

La puerta se abrió y Minnie comenzó a ladrar, brincaba y movía su cola al ver entrar a Minho al departamento.

Me levanté del sofá y limpié con rapidez mis lágrimas.

—Ay mi niña hermosa —comenzó a adular a Minnie, la tomó en brazos y la pequeña cachorrita comenzó a lamer las mejillas de Lee— ¿Cómo se comportó la princesa de la casa?

Sonreí a su dirección en el momento en el que me miró, Minho frunció su ceño y dejó a Minnie en el suelo.

—Hola.

—Hola —me levanté y dejé un pequeño en sus labios y me volví a sentar en el sofá— ¿Cómo te fue en el trabajo?

—Bien, lo normal, ¿tú estás bien?

Minho se sentó a mi lado y pasó uno de sus brazos por mis hombros. Lo abracé y volví a llorar.

—Perdón —susurré.

—Min, ¿qué pasa?

—Volvió.... Lo siento, lo siento...

—¿Volvió, quién?

—Él...volvió para joderme la vida.

—¿Kim?

Negué con la cabeza y me aferré a su cuerpo.

—Lo siento mucho, Lee. Perdón..

Minho tomó mis mejillas entre sus manos y alzó mi cabeza para que lo mirara. Su ceño seguía fruncido, y su cara me decía que estaba realmente preocupado.

—Neul... ¿Quién volvió?

—JaeBeom.

—JaeBeom

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LEGAL² | LEE MINHO | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora