Ya frente a mi casa y fuera del coche de Oli, solo me faltaba saber algo.
-Tienes los ojos grises, del mismo color que los de Rick, ¿Eso tiene algo que ver conmigo, o es solo casualidad?
-Nada es casualidad en este mundo Kel, si entregas tu alma para convertirte en guardián, tu interior se convierte como en un frio metal –Una pequeña sonrisa falsa se dibujó en su rostro.
-Disculpa por haber cambiado... -No me dejó terminar.
-No te disculpes por nada guapa. Mis ojos son solo un recordatorio que tengo. Me recuerdan cada día que eres lo más importante para mí y que te protegeré con cada partícula de mi cuerpo hasta el final.
Ahora era mi alma la que se derretía.
***
El día estaba radiante, despierto en una cama de princesa, el servicio se prepara a atenderme, me levanto, acudo al baño. Toda esta en perfecto estado y perfecta normalidad, es un día importante por lo que veo, todos se mueven muy rápidos, arreglando los últimos preparativos para un evento importante que se avecinaba.
Veo a mi familia y amigos, camino hacia ellos a recibir sus regalos, abrazos y adulaciones. Aunque lo quisiera no puedo entender lo que dicen, veo sus bocas moverse, pero de ellas no sale ningún síntoma de voz.
La noche cae y estoy de pie frente a una escalera, preparada para bajarla, se supone que es mi gran entrada. Mis nervios se van al sentir el brazo de mi padre, ayudándome con aquella terrible bajada, dice algo entre lágrimas, algo que aún no logro comprender.
Una única luz está en el amplio salón, alumbrándome solo a mí, mi vestido y las joyas que he de cargar, significando esto, que soy yo el centro de atención. Caras en la oscuridad me observan, con ansias de que algo empiece, pero no les estoy dando ese espectáculo que están esperando. Los nervios regresan a mí y deseo escapar, salir corriendo.
El aire empieza a faltarme y siento que me caigo, pero algo está pasando, una luz recubre todo el salón y todas las miradas se rigen a un oscuro ser que se encuentra en el centro de las amplias puertas. Esta persona está a contra luz, se ve algo borrosa y al mismo tiempo tenebrosa. Camina en mi dirección, intento gritar pero de mi boca no sale nada, me asusto y solo espero mi final. Observo a los lados asustada, encontrando entre tantas personas el rostro alegre de Ruth, no puedo comprender el motivo de su felicidad si alguien oscuro camina en mi dirección. Veo de nuevo rápidamente a ese ser, pero esta vez está tomando forma por sí mismo y el resplandor que antes me molestaba de la luz, ahora se empieza a apaciguar dando a conocer a todos los que tengo a mi lado.
La canción Breakaway de Kelly Clarkson empieza a sonar y todos a mí alrededor parecen haber sido congelados mágicamente, todas las personas menos una, la que sigue caminado hacia mí. A unos 20 metros de distancia puedo distinguir que es un chico, se ve algo diferente a los demás de la celebración, este chico tiene unos vaqueros oscuros normales y una chaqueta negra de cuero.
Algo en mi cabeza se ha activado, esa ropa la conozco y cuando me he dado cuenta, veo unos ojos brillantes. No es cualquier chico, es mi Oliver.
Tomó mi manos con una picara expresión en su rostro, parecía que lo tenía todo planificado. Una de sus manos se quedó conmigo, pero la otra se fue hacia mi cadera. Empezó a moverse y junto a él estaba yo, nos movíamos a ritmos celestiales a todo lo largo de la pista de baile, el mundo se había vuelto oscuro y solo quedábamos nosotros bajo el resplandor de una resistente luz amarilla.
Una lágrima empezó a recorrer mi mejilla, el momento era muy especial y perfecto en todos los sentidos. Mi cuerpo tomo un ligero impulso que no pude contener y antes de darme cuenta ya estaba abrazando a mi acompañante de baile.
Apreté fuertemente su ropa mientras mis lágrimas empezaban ya a recorrer su hombro, dure un par de segundos así, hasta que unas simpes palabras callaron todo mi llanto
-Todo estará bien.
Oliver tomó mi rostro y viéndolo fijamente note en su mirada un aire de serenidad y mucha felicidad. Ese simple gesto hizo que se diera por terminado todo mi llanto y que de él resplandeciera una sonoriza.
Pero de pronto sonó un relámpago, el sonido ensordecedor dio paso a una terrible tormenta, Oliver me soltó y salió corriendo por la misma puerta por la que había entrado.
Grite su nombre pero él no voltio a mirarme, siguió su camino. Sin dudarlo fui tras él, gritando bajo la lluvia con gran desesperación su nombre, pero lo había perdido de vista y aun si me escuchara no regresaría. Busque por todos lados, la lluvia impedía mi visión. Corrí hacia lo alto de una colina para tener mejor visión, pero al llegar ahí lo encontré bajo las ramas de un antiguo árbol. El me miraba fijamente, a mí y mi mojado vestido, me decía que todo estaría bien. Yo me acerba lentamente hacia él, pidiendo respuestas, pero sin saber cómo una sombra salió detrás de aquel árbol y con una espada se le fue encima y perforo sus entrañas, haciendo que aquella brillante y filosa hoja saliera por el frente de mi joven amor.
Mientras él tomaba la hoja de la espada entre sus manos y veía terror en sus ojos, vi como caía al suelo y yo en un acto de desesperación grite su nombre haciendo retumbar al cielo y la tierra.
***
Desperté desesperada, el sudor recorría todo mi cuerpo y sentía que mi corazón se salía de mí, mire rápidamente el reloj, aún eran las dos de la madrugada y así entendí, que todo era una terrible pesadilla.
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Descendientes
Novela JuvenilPor muy extraño que me parezca, todo comenzó por algo tan absurdo como haberme enamorado de la persona menos indicada. Ya habrán pasado unas semanas desde aquel culpable incidente que dio un vuelco a mi existencia, un incidente que destruyo todo lo...