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Pov Tae

Mi esposo es tan grande y tan fuerte que me siento tan pequeño debajo de él. Sus anchos hombros son tan grandes y hermosos. Reposo mis manos en ellos sintiendo su firmeza y dureza. Soy tan feliz de que me quiera. Ya no me dan miedo sus besos ni sus caricias. Ahora me gustan mucho, su lengua quema la mía mientras se mueve sobre la mía. Se siente rico. Me derrito debajo de él y su enorme cuerpo, su calor, lo mucho que me desea agita mi corazoncito.

Ay señor mío, comenzó a moverse de nuevo dentro de mí. Es tan bueno. Siento que mi interior arde. No quiero que pare. Es demasiado bueno. Aferro mis piernitas en su espalda y me dejo moler por cada movimiento que hace dentro de mí. Mientras lo hace me mima y me besa. Esto es mejor de lo que Jimin me describió. Mi cuerpito tiembla debajo de él, pero él me sostiene o sino me desvanezco.

Quema, quema mi interior cada vez que lo siento entrar y salir. Me siento tan feliz en sus brazos, siendo tan suyo. Ahora quiero que me tome cuando quiera. Gruñe fuerte como un lobito en mi oído y eso eriza mi piel haciéndola estremecer. Creo que está a punto de derramarse en mí, porque gruñe muy fuerte y se mueve muy rápido haciéndome volar al paraíso. Mi cuerpito lo siento en el aire y ligero, ardiendo y mojado, estremeciéndose y a punto de quebrarse. Pero es demasiado bueno. Quiero más, más de él en mí. Se derrama caliente en mi interior y mi cuerpito se sacude sintiendo un hormigueo y un calor que se extiende por todas partes. Mi vientre también está caliente por mis fluidos derramados. El nudo comienza a formarse y viene la mejor parte porque mi Jinnie se vuelve muy mimoso.

Esto es lo que más amo de él, porque sé que se preocupa por mí. Me cuida y me protege aun de él mismo. Nunca debí tener miedo y dudar de él. Sentir sus constantes besos dulces en mi rostro y sus palabras dulces me hacen sentir muy amado, tal como me lo prometió antes de casarnos. Lo amo, lo amo. Lo amo demasiado. Así que se lo digo.

–Te amo Jin. Te amo mi amor.

Pov Jin

Mientras mimo a Tae lo veo mirarme embelesado y mi corazón se llena de calidez y se infla de felicidad al escucharlo decirme que me ama. No puedo ser más feliz así que sonrio en sus labios y en seguida lo beso. Ha resultado mejor de lo que esperaba. Lo veo tan entregado y que se deshace de placer en mis manos que no puedo estar más que satisfecho. Me siento tan pleno, tan hombre al hacerlo mío. Verlo gemir y jadear mi nombre una y otra vez me pone tan caliente. Se siente tan bien estar dentro de él. Esta tan apretado y sentir como su interior se engulle toda mi hombría me está volviendo loco de placer.

Soy tan afortunado de tener a mi hermoso esposo. Fui tan tonto por un tiempo al ser tan terco y casi pierdo a mi bello ángel. Todo él es hermoso, sus ojos, su cabello, su naricita, sus lunarcitos, su boquita, su cuello, sus clavículas, sus tetillas, su pecho, su piel, su vientre, sus caderas, sus piernas, sus glúteos, su pene, sus manos, sus pies y todo en él es perfecto.

El nudo se deshace y salgo de él, pero quiero seguir mimándolo. Me dirijo a su entrada para lamerla y darle mimos con mi lengua. Tae gime bajito mientras lo lamo tiernamente. Pero sé que le encanta porque sus manos sujetan mi cabeza hundiéndome entre sus piernas. Cuando lo he limpiado y mimado lo suficiente subo besando todo su vientre, me detengo un momento en sus pequeñas tetillas para deleitarme en ellas. Las chupo embelesado sabiendo que me pertenece, que disfruta de mis besos y mis caricias.

Cuando llegó a su cuello mis dientes pican por morderlo. Deseo marcarlo y enlazarlo por completo a mí. Lamo la zona totalmente tentado, muerdo un poco la expuesta piel, porque Tae me ha dado total acceso y se muestra muy sumiso ante mí. Me reconoce como su Alfa. Su olor me embriaga y me invita a clavar mis dientes en su piel. Pero quiero hablarlo primero con él. No quiero asustarlo, sé que le dolerá. Así que, es importante para mí que él sepa lo que significa antes de que lo pueda morder.

Dejo su cuello y voy a su boca para deleitarme en ella, jugando con sus labios y con su lengua. Tae de inmediato enreda sus brazos en mi cuello y se aferra a mí. Nos quedamos un buen tiempo besándonos, pero sé que debo dejarle descansar luego de haber estado casi toda la madrugada juntos. Está a punto de amanecer y quiero que duerma bien. Me giro y lo atraigo a mi pecho para que se recueste y se quede dormido sobre mí. Se acomoda y posa sus manos en mi pecho y monta su pierna encima de mi vientre bajo. Acarició con una de mis manos su espalda baja y con la otra su cabello. Luego llevo mi mano con la que acariciaba su cabecita hacia una de sus manos para juntarla con la mía. Nos quedamos dormidos bajo el ritmo de nuestros latidos y el ritmo de nuestra respiración.




DULCE INOCENCIA JINTAE ~ OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora