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Ya había pasado un mes y los deberes de Jin en la universidad crecían. Se esforzaba por pasar el mayor tiempo junto a su esposo para no descuidarlo. Era la tercera clase del día, era sobre anatomía. Sonrío ante su descarado pensamiento al escuchar al profesor hablar de la anatomía humana como única y milagrosa. Jin había relacionado dicha frase con la perfección del cuerpo de su esposo y no podía estar más de acuerdo que no había cuerpo más perfecto. Ahora anhelaba con mayor deseo llegar a casa y hacerle el amor a su esposo como cada noche.

Yoongi y el resto de sus amigos se quejaban de que siempre les rechazaba las invitaciones. Pero Jin, solo podía pensar en querer pasar su tiempo con su amado esposo.

–vamos Jin. Esta vez no te puedes negar. Solo será un momento.

–de verdad lo siento. Debo llegar a casa.

–son solo unos minutos.

–por favor entiendan. He estado por fuera todo el día y mi hermoso esposo espera por mí.

–Aaah, ni porque te fueras a morir por unos minutos más sin verlo.

–Eso es porque no lo conoces.

–¿tú lo conoces?

–si, Jin es un hombre afortunado.

A Jin le genero inquietud que uno de sus mejores amigos se expresara así de nuevo, cuando era tan indiferente a ese tema.

–si lo dice Yoongi, debe ser una belleza.

–si, así que nos vemos.

–deberías traerlo un día contigo Jin.

Jin negó y se retiró con el ceño fruncido.

Al llegar a su casa saludo a Namjoon.

–y ¿Tae?

–se durmió de lo aburrido que estaba. Llegas tarde de nuevo.

–lo siento, mi carrera es demandante. Sabes que hago lo posible por pasar el mayor tiempo posible con él. ¿Acaso él te ha dicho algo?

–no, es solo que debes tener cuidado de no descuidarlo.

–créeme que el es mi prioridad.

Jin come rápidamente para ir hacia su habitación. Apenas eran las 7 de la noche. Pero para Namjoon llegar a las 6 ya era tarde. Jin hacia lo posible para estar lo más temprano en casa no para cumplir con sus responsabilidades de esposo sino porque lo anhelaba. Todo el día pensaba en su esposo y le hacía falta a cada momento.

Al entrar a su cuarto Tae se acababa de despertar y estaba sentado en la cama restregando su ojo con la mano empuñada. Apenas vio a Jin se incorporó poniéndose de pie sobre la cama. Salió corriendo y se lanzó sobre el cuerpo de su esposo enredando sus piernas alrededor de su torso. Al hacerlo su pequeño camisón se retraía dejando sus piernas totalmente desnudas. Jin lo recibió muy contento porque anhelo todo el día por la llegada de este momento. Se sentía como el hombre más afortunado por llegar a casa y ser esperado por un esposo tan hermoso.

Jin besa a Tae de forma desesperada, sus manos viajan por sus piernas desnudas y su trasero. Se da vuelta y se sienta en la cama para tener a Tae a horcajadas. Le quita el camisón de un tirón dejando expuesto su bello torso. Lleva sus dedos a las pequeñas tetillas haciendo que Tae se retuerza y tire su cabeza hacia atrás por el placer del contacto. Eso le da más acceso a Jin y agacha su rostro para chuparlos y deleitarse en ellos.

–Tan mío.

Tan hermoso.

Jin sigue chupando saboreando la endurecida y suave protuberancia totalmente deleitado en ella.

–Tan delicioso.

Mi amor te amo tanto.

Te extrañe tanto.

Me hiciste tanta falta.

Pensé en ti todo el día.

–yo también Jiniie. Ya no veía la hora de que llegaras.

Jin chupaba y chupaba sin tener suficiente de los pezones de Tae.

Tae apoyo sus manos en la cabeza de Jin mientras sentía como su boca se devoraba sus pezones. Se sentía tan pleno y excitado que su cuerpo ardía de deseo y ya estaba totalmente empapado en su entrepierna. Acariciaba su cabello alentándolo a continuar besando su pecho.

Jin se pone de pie con Tae enredado en su cintura para depositarlo en la cama. Una vez recostado le despoja de su ropa interior y comienza a besar el glande de Tae, quien se comienza a quejar agudamente y retorcerse de placer.

–Jin, noo...espera. Aaaaaah....ummmmpph.

Jin siguió saboreando y chupando el glande de Tae mientras lo bombeaba con su mano.

Tae era solo gemidos, se retorcía una y otra vez apretando las sabanas con sus manos. Sentía su pene arder en llamas y su entrada mojarse profusamente.

Jin se metió toda la extensión en su boca subiendo y bajando chupando rápidamente presionando sus labios deliciosamente alrededor del pene del menor.

Tae siente desvanecerse y lleva su mano al cabello de Jin totalmente desesperado.

–por favor Jinn aaaaaaaaaaah....no aguanto más...no puedo...aaaaaaaaaah...

Tae se arquea y se derrama en el interior de la garganta de Jin. Siente como su cuerpo tiembla una y otra vez aun con la boca de Jin en su pene. Su cuerpo totalmente arqueado lo sintió viajar hasta las nubes con la sensación de flotar en el aire.

Jin se desviste mientras su esposo se recupera. Una vez desnudo busca su boca y se posiciona sobre él. Tae es receptivo y abre sus piernas para recibirle y enredarlas alrededor de su cuerpo. Se besan por un buen tiempo permitiendo que sus lenguas colisionen y jueguen rítmicamente.

Jin juega con el agujero de Tae con tres dedos en su interior, metiéndolos y sacándolos, girándolos una y otra vez.

–estas tan mojado para mí, mi amor.

Tae gime de deseo al escucharle a su esposo hablar obscenidades. Jin continuaba follandole con los dedos y mientras observaba la intromisión de sus dedos en el interior de Tae expreso:

–eres Tan hermoso.

Te ves tan hermoso así, tan abierto para mí, tan entregado, tan caliente, tan excitado, tan dócil y sumiso ante mí. Te amo mi amor.

–Jin por favor mi amor. Te necesito.

–ya me quieres dentro de ti bebé.

–si por favor Jinnie. Entra en mí, mi amor.

Jin saca sus dedos y los mete a su boca mientras mira lujuriosamente a Tae a los ojos.

–Tan delicioso y tan mío.

Tae cierra sus ojos por la descarga de placer que le ocasiono aquello. Lo siguiente que siente es como es penetrado dulce y deliciosamente por su esposo. Abre sus ojos aferrándose a sus fuertes brazos.

–aaaaaaah siiiiii, así mi amor. Más por favor. Que rico Jinnie. Aaaaaaaahh

–¿te gusta?

–siiiiiii, ummmmm...me haces tan rico. Se siente tan bien mi amor. Por favor, por favor más fuerte.

Jin comienza a embestirlo fuerte y rápido.

–aaaaahgrr...siiiiiiiii...mi amor asi....madre luna que delicia....más por favor Jin...

Jin gruñía de placer al sentir como el interior de Tae lo devoraba, como su cuerpo temblaba de placer debajo de él y como gemía desesperadamente de placer por todo lo que él le hacía. Lo sentía tan suyo que sentía enloquecer del éxtasis que crecía en su interior.

DULCE INOCENCIA JINTAE ~ OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora