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Tae iba tomado del brazo de su esposo mientras paseaban por un parque de la ciudad. Estaba maravillado de todo lo que veía y sucedía a su alrededor. No sabía lo que le impresionaba más, si la cantidad de personas, el nivel de ruido, la forma en que vestían y los aparatos que calificaba como raros porque nunca los había visto.

–¿estas contento?

–si, mucho Jin. Nunca pensé ver a tantas personas juntas.

–me agrada que te guste. Ves que valió la pena intentar usar una ropa diferente.

–si, ésta esta bonita.

Jin le pellizca suavemente el cachete por la ternura que le produce Tae.

Tae se queda mirando unos niños que están jugando correteando el uno detrás del otro. Jin puede ver que el menor los observa como deseando unirse a ellos. Pero por mucho que desee complacerlo, considera que esto está por fuera de los límites de su edad. Sin embargo, piensa que esto se debe a que estuvo mucho tiempo encerrado y no pudo sacar provecho de ese lado infantil y necesita hacerlo.

Mientras están viendo unos muñecos coloridos, una niña jala el pantalón de Jin desviando su atención de Tae por unos segundos, en los cuales una mariposa de colores que sujetaba un niño a lo lejos capto la atención de Tae.

Tae se olvidó de Jin para dirigirse a seguir la colorida, grande y bonita mariposa.

Jin atendió la niña lo más rápido posible para no perder de vista a Tae. Sin embargo, cuando levanto la vista, Tae ya no estaba en su lugar y el pánico se apoderó por completo de él. Comenzó a buscarlo, pero con la multitud de personas era una tarea difícil.

Tae sonreía mientras seguía a la mariposa, cuando estuvo cerca intentó tocarla pero la madre del niño le miró mal y apartó el niño. Tae sintió vergüenza y comenzó a buscar a Jin con la mirada pero lo único que podía ver era personas desconocidas. Su corazón se aceleró en angustia. Y comenzó a deambular asustado en la búsqueda de Jin.

Luego de una hora ambos estaban desesperados por encontrarse. Jin se sentía terriblemente culpable por su descuido y demasiado angustiado de que algo pudiera sucederle o no pudiera encontrarlo.

Jin comenzó a gritar su nombre pero lo único que lograba era que lo miraran como a bicho raro.

Yoongi departía junto a Chanyeol y Baekhyung, en una mesa junto al lago del parque. Pasaba un buen momento y mientras reía junto a ellos pudo notar a una figura conocida a cierta distancia. Su corazón dio un vuelco.

–¿acaso mi mente me está jugando una mala jugada? ¿Tanto me gusta que ahora lo veo aun aquí? – pensaba Yoongi.

–¿pasa algo?

Yoongi vuelve en sí ante la pregunta de Baekhyung.

–si, no es nada.

Al volver su mirada, podía ver que Tae estaba asustado y parecía perdido.

–ahora vuelvo.

–Está bien, no te pierdas.

Yoongi se acercó sigilosamente hacia Tae y cuando estaba a punto de acercarse este abrió sus ojos en asombro y asustado salió corriendo. Yoongi salió corriendo tras él hasta alcanzarlo.

–suéltame, suéltame!

–tranquilo, tranquilo. No te haré nada.

–no, eres un lobo malo.

–oye, siento lo de la otra vez. Te prometo que no te haré daño.

Tae lo mira receloso con un puchero marcado en sus labios.

DULCE INOCENCIA JINTAE ~ OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora