DULCE INOCENCIA JINTAE ~ OMEGAVERSE

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Luego de la situación tan bochornosa que vivió. Seokjin se limitó a tener visitas que remarcaban un distanciamiento físico y emocional. Taehyung se vio decepcionado porque pensó que las cosas mejorarían pero en cambio pudo ver que Seokjin siguió igual o peor de reservado y callado. Ya estaba cansado de verlo leer o ser quien intentara hacer conversación.

–¿Qué lees?

–algo de economía, no entenderías.

–y ¿Por qué traes a leer algo que yo no entienda? –puchereaba Taehyung.

–la próxima vez traeré algo de literatura.

–léeme así no entienda.

–eso no tiene sentido.

–léeme no me importa.

Seokjin suspiro y comenzó a leerle a Taehyung, quien lo miraba sin entender una palabra pero deleitado en observarlo y escuchar su voz.

Seokjin se sintió algo incómodo de ser tan observado.

–¿podrías no mirarme? es algo molesto.

Taehyung se indignó por su actitud y le dio la espalda algo enojado. Aferrado a sus rodillas se preguntaba cómo podía gustarle alguien tan odioso.

Las semanas pasaban y la rutina era la misma, sin haber ningún tipo de avance sino más bien un retroceso. Porque Taehyung se comenzaba a desilusionar y a molestar. Esa tarde los observaba Jimin y no podía creer lo lentos que eran ambos.

–Dioses, así nunca llegaran a nada. –exclamaba Jimin. –creo que tendré que actuar rápido o sino Taehyung se casara con el otro. Esa cara de aburrido que tiene. Ay Seokjin, esos libros no te sirven para nada en este momento. Si por lo menos fueran poemas. Voy a salvar al pobre de Tae.

–hola TaeTae.

–Hola Jiminie.

–ven conmigo un momento, quiero enseñarte algo.

Taehyung mira a Seokjin, quien ni se inmuta por la intromisión de su hermano. Jimin se molesta por verlo tan indiferente.

–vamos, al parecer tiene cosas mejores que hacer.

Tae se va desanimado junto a Jimin. Cuando llegan a su cuarto se sienta de brazos cruzados haciendo pucheros.

–no me digas que todos los días han estado haciendo solo eso.

–si, solo eso.

–ay que aburrido es Seokjin.

–¿aun te gusta mi hermano?

–uhmm, pero creo que yo ya no le gusto a él.

–claro que sí. Sino no vendría. Es solo que él no tiene ni idea de como tratarte. Así que tenemos que ayudarle.

–y ¿Cómo?

–bien, escucha bien. La próxima vez que venga, me imagino que traerá sus estúpidos libros. Entonces le dirás que estás algo indispuesto y que si te puede leer aquí en tu cuarto.

–pero no puedo hacer eso Jiminie. Mi padre nos llamó la atención por eso.

–¿nos llamó? ¿Cómo así?

–si, es que un día, cuando Seokjin se estaba recuperando el entro a mi cuarto mientras yo dormía.

–¿QUE SEOKJIN QUE?

–guarda silencio, te va a escuchar.

–tranquilo, el está en sus libros. Entonces me dices que el entro a tu cuarto de noche.