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– Jinnie...Jinnie...

Tae jalaba la camisa de la pijama de Jin para despertarlo. Este despierta algo adormilado.

–¿Qué pasa bebé?

–me duele. Me duele mucho Jin.

Jin se incorpora de inmediato y le ayuda a sentarse sobando su espalda. El dolor de Tae es muy fuerte y se aferra a los brazos de su esposo, retorciéndose del dolor. Esconde su rostro en el pecho apretando sus ojos por las fuertes contracciones. Ya está en su noveno mes y últimamente las noches han sido algo molestas.

–tranquilo ya pasara.

Jin siente como Tae entierra sus uñas en su piel y lo resiste porque sabe que él no la está pasando nada bien.

–aaaaaaaah.

Tae gime asustado.

–¿Qué pasa bebé? Dime.

–creo que rompí fuente. Como dijo el doctor. Me moje todo.

–dioses, voy a llevarte al hospital de inmediato. Voy a cambiarte, ven.

Jin le cambia de ropa a Tae rápidamente y luego lo hace él. La maleta esta lista. Llama rápidamente a Namjoon, quien está listo previendo una situación como esta. Se dirigen y suben al carro para ir al hospital. Para mayor comodidad Namjoon es quien maneja, mientras Tae se aferra a Jin por las continuas contracciones.

–tranquilo bebé, estoy contigo.

–duele mucho Jinnie.

–mi hermoso, pronto tendremos a nuestro pequeño en nuestros brazos. Tae sonríe débilmente por el fuerte dolor.

Cuando llegan son atendidos rápidamente y dirigidos a sala de partos. Por su influencia financiera Jin logra que Tae sea atendido en un cuarto privado y con los mejores profesionales. Los enfermeros ayudan a Jin a cambiarse. Cuando intentan cambiar a Tae, no lo permite haciendo que se salgan. Estos al salir ruedan sus ojos pero tratan de tener paciencia por lo que implicaría provocar a un Alfa como Jin.

Una vez listo ingresan, verifican el estado de Tae.

–bueno, ya no demora en llegar el bebé. Será algo doloroso si lo tienes natural. Si quieres puedes tenerlo por cesárea.

–si, por favor que no sufra.

–no, yo quiero tenerlo como mi madre me tuvo a mí.

–pero Tae bebé, te dolerá mucho.

–tu estas aquí conmigo.

–bueno si ese es tu deseo, hazlo.

Jin tenía cara de angustia, pues no quería que le pasara nada malo.

–tranquilo, aunque sea más doloroso. Estamos aquí para atenderlo y actuar ante cualquier eventualidad.

Se preparó todo y comenzó el trabajo de parto. El rostro de Tae reflejaba dolor mientras pujaba y estaba empapado de sudor. Jin ignoraba su propio dolor de las uñas enterradas en su piel. Lo veía todo en cámara lenta. No veía la hora de que el dolor para Tae terminara. No solo aguantaba sus apretones y aruñazos sino que acariciaba su cabeza y lo mimaba.

–ya casi. Ya asomo su cabecita.

Tae sentía que su alma se le escapaba y miro a Jin a los ojos.

–Jinnie.

–aquí estoy mi amor.

Jin tomo su rostro con la mano libre que tenía.

DULCE INOCENCIA JINTAE ~ OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora