DULCE INOCENCIA JINTAE ~ OMEGAVERSE

3

 –Ken, necesito que traigas a Seokjin lo más pronto sin importar que. ¿me entiendes?

–sí señor, cuente con ello.

De inmediato el sirviente se dirige al aeropuerto para tomar el primer vuelo a la capital. Una vez llega a la mansión busca al joven Seokjin, que por lo general está en la biblioteca. Suspira al verlo concentrado leyendo en un rincón del lugar.

–joven Seokjin, le pido me perdone le interrumpa. Vengo de parte de su padre.

–hola Ken. Pensé que mi padre demoraría más en Daegu.

–si, mi señor. Aun su padre continúa allá y requiere que usted se dirija hacia allá.

–¿sabes cuál es el motivo?

–bueno, pues...

–porque de una vez te digo que si es por un omega. Me niego. Sabes que no me interesa.

–mi señor, hágalo por mí. Si usted no va su padre se deshará de mí.

–eso no es cierto. El no conseguirá alguien mejor que tú.

–por favor mi señor. Usted sabe cómo se pone cuando se enoja.

–lo siento Ken, no iré a perder mi valioso tiempo. Sabes lo que pasara. No entiendo porque mi padre luego de ver cómo me he negado una y otra vez sigue empeñado en casarme cuando aún soy tan joven. Además, creo que no nací para eso. Tu bien sabes que mi celo desapareció hace 4 años y mi lobo parece no existe. No volví a saber de él.

–pues como podría mi señor, si usted nunca lo escucho y por eso tal vez duerme o...

–dilo ha desaparecido o muerto. Es lo más probable.

–no creo que haya muerto o sino usted tarde o temprano hubiera enfermado. Pero esa apatía ante todo se debe a su desconexión con el mi señor.

–ya basta Ken. Yo vivo bien así. Me siento afortunado por no ser gobernado por bajos instintos que convierten a los hombres en bestias.

–mi señor debemos ir pronto.

–te dije que no iré. No pongas esa cara que sabes que no me conmueve nada.

–mi señor, si usted va le prometo nunca más conseguir un omega para usted así eso signifique mi despido.

–¿estás seguro de cumplir?

–si señor. Usted sabe que soy un hombre de palabra.

–bien, entonces si voy no solo me prometerás que dejaras de buscarme omegas sino que hablaras con mi padre para que de una vez se detenga con este circo y me deje en paz.

–pero señor...

–es eso o no iré.

–mi señor, está bien. Estoy seguro que ni usted será inmune al omega que está a punto de conocer.

–si piensas eso es porque realmente no me conoces.

...

Seokjin se embarcó en el viaje con cierto aire de hastió pero con la esperanza de que el fiel sirviente cumpliera su promesa y el nunca más fuera molestado con la búsqueda de un omega para un lobo inexistente para él. Una vez que llego donde su padre, este lo puso al tanto de la situación y se dirigieron a la mansión del señor Kim SeoJoon.

Esa tarde tranquila de sábado seria interrumpida por unos elegantes y enigmáticos visitantes. Los empleados betas y omegas miraban sorprendidos la belleza del joven que había llegado a las instalaciones de la mansión Kim.

–buenas tardes, sean bienvenidos a mi humilde hogar.

–muchas gracias. Este es mi hijo Kim Seokjin.

–es un honor Señor Kim. ¿Qué les gustaría de tomar?

–para mí un café está bien.

–yo estoy bien.

–bien, Namjoon puedes pedirle a uno de los sirvientes que le traigan el café al señor Kim y de una vez puedes traer lo que hablamos.

–si señor.

–podemos conocer a su hijo.

–bueno, primero intentaremos algo. Ya que es necesario saber cómo reaccionan ustedes al olor.

–¿Qué quiere decir? Me está diciendo que hemos hecho este viaje en vano.

–no, señor Kim. Créame es por la seguridad de mi hijo. Ya nos ha pasado que ante su olor un alfa reacciona de manera instintiva.

–¿acaso eso es posible?

–lo es señor. He tenido que salvar a mi hijo una y otra vez. Por la misma razón ha tenido que vivir encerrado en este lugar. Toda su educación ha sido con tutores.

–vaya, eso es inédito. Es la primera vez que oigo algo como eso. Perdóneme pero me cuesta creerlo. Espero no nos esté tomando el pelo.

–claro que no señor. Ya esta aquí Namjoon.

–señor, aquí esta lo que me pidió.

–¿Qué es eso?

–es una prenda de mi hijo.

–ummmm, huele muy bien.

El señor Kim arrebata de manera instintiva la prenda y entierra su rostro en la prenda ante los ojos atónitos de su hijo.

–ummm, señor Kim se supone que es para que su hijo la pueda oler.

Un poco avergonzado el señor Namjae retira la prenda de su rostro y la extiende a su hijo. Seokjin la toma escéptico y la huele un poco alejada del rostro pero logra distinguir el olor a miel y fuerte vainilla característico de la flor de chocolate. El joven no perdió la calma sino que todo lo contrario sintió una calma al aspirar tal olor como nunca antes había sentido. Era como si se hubiera transportado a un lugar natural que le infunde paz y calma.

SeoJoon al ver que Seokjin no mostraba ninguna reacción alterada como la normal de cualquier alfa se extrañó y miró a Namjoon preguntando con la mirada si había elegido bien la prenda. Este solo asintió señalando al señor Namjae haciéndole recordar que este si había reaccionado.

–bueno, al parecer mi hijo es inmune.

–eso es muy raro.

–ahora déjenos conocerlo.

–lo siento, pero eso no es posible.

–¿Cómo? Se ha burlado usted de nosotros. Tal vez ni existe tal omega.

–usted mismo lo ha olido. No es mi culpa que su hijo no haya reaccionado. Es muy extraño pero bueno algún día tendría que pasar. Eso en realidad me alivia.

–nos vamos, no quiero perder más mi tiempo aquí.

Seokjin guardó silencio, porque sabía que si manifestaba algo su padre le obligaría a casarse. Y aunque había sido placentero lo que había sentido no ameritaba amarrar su vida a alguien que ni siquiera conocía. Salieron de la mansión y se encaminaron hacia la capital.

En la mitad del viaje, en el asiento de avión Seokjin sentía que su cuerpo ardía en fiebre y temblaba por los escalofríos. Su malestar cada vez crecía más y sabía que no podía ocultarlo más. Ken por fin lo nota y se acerca para saber sobre su estado.

–mi señor, usted está ardiendo. ¿Qué más siente?

–escalofrío y dolor bajo. Cada vez es más insoportable.

–¿será posible?

–¿Qué cosa?

–¿acaso no recuerda su primer celo mi señor?

Seokjin abre sus ojos en terror porque era exactamente lo que estaba sintiendo.