DULCE INOCENCIA JINTAE ~ OMEGAVERSE

53

Un día Yoongi decidió visitar a Hoseok en su lugar de trabajo sin previo aviso. Los empleados del lugar se sorprendieron de ver al hijo del dueño en aquel lugar ya que no era algo común. Lo recibieron con asombro y algo de timidez haciendo reverencias.

Yoongi no pregunto por Hoseok para no poner un peso sobre él, ante las posibles murmuraciones que pudieran resultar si lo hacía. Así que, decidió buscarlo por su cuenta. Luego de vagar por varios lugares y generar curiosidad y cuchicheos entre los empleados finalmente lo encontró en la cocina siendo maltratado verbalmente por uno de sus superiores.

–Respóndeme imbécil!

–no lo sé señor, lo juro. No sé porque la cliente se puso de mal humor.

–de seguro hiciste algo no me mientas.

Yoongi comenzaba a ponerse de mal humor pero todo empeoro cuando vio como aquel hombre tomaba a Hoseok por el brazo y lo sacudía.

Yoongi no tuvo necesidad de hablar porque su fuerte olor lleno de ira inundo el lugar haciendo que ambos lo voltearan a ver. De inmediato, el hombre se llenó de pánico, abriendo sus ojos y soltando a Hoseok.

–¿Qué crees que haces?

–señor, este empleado es torpe y...

–¿te atreves a insultarlo en mi presencia?

–yo....

– no suficiente con gritarlo te has atrevido a tocarlo.

Los ojos de Yoongi destilaban furia y sus dientes parecían asomarse.

Hoseok estaba impresionado temblando en su lugar.

–yo lo siento mi señor, no volverá a suceder.

–claro que no, hablare con mi padre sobre ti. Ven conmigo Hoseok.

El hombre estaba perplejo preguntándose quien era Hoseok para Yoongi.

Hoseok seguía nervioso y tímido a un firme y varonil Yoongi.

–ve por tus cosas. Nos vamos.

–pero aún no termina mi turno.

–te llevare a otra de las empresas de mi padre. Este no es el único restaurante que tiene. Así que, ven. Si te quedas, después de haberte visto conmigo no creo que la pases bien.

–está bien, ya vengo. Voy por mis cosas.

–te espero en la entrada.

Cuando Hoseok salió busco con su mirada a Yoongi y no lo veía, este hizo sonar la bocina de su carro para orientarlo. Al entrar al auto, el lugar estaba inundado de su olor masculino del Alfa, lo que nublo los sentidos del omega. Antes de que reaccionara y se pudiera bajar, Yoongi arranco el auto poniéndolo en marcha.

El corazón de ambos latía rápidamente, Hoseok no podía soportarlo más y necesitaba saber porque él se comportaba de esa manera.

–¿Por qué lo hizo?

–te maltrataba y eso no lo iba a permitir.

–pero ¿Por qué se ha enojado tanto?

Yoongi bufaba algo molesto.

–¿te molesta?

–no, simplemente quiero saber.

–¿Por qué te interesa saber?

Hoseok se ponía tímido y giraba su rostro hacia la ventana.

–por nada.

Yoongi detenía su auto frente a un semáforo en rojo y veía a Hoseok con la mirada triste y haciendo un leve puchero. Su mirada se concentró en aquel lugar queriendo chupar y probar.