Capítulo 22

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-¿Qué? -Pregunté viéndola entrar al cuarto, había escuchado todo.

-Camila si te buscó. -Repitió y sentí un nudo en mi estómago.

-No, tú lo dices porque la quieres.

-La quiero, pero no lo digo por eso, yo la vi, nunca me fui de aquí. Camila te buscó, mi niña. -Repitió acariciando mi cabeza.

-No es posible. -Seguía sin poder creerlo.

-Lo es. Le inventó a su madre que tomaría clases de baile en su escuela, que llegaría más tarde, pero en realidad iba a buscarte, pasaba por lo menos cuatro horas buscándote todos los días, salía a las calles ella sola, incluso hizo unos volantes con tu foto. También me amenazó si le decía algo a su madre cuando la descubrí. -Soltó una pequeña risita. -Me obligó a comprarle un paralizador eléctrico por si alguien quería hacerle algo en la calle, siempre lo llevaba en la bolsa de su suéter y aunque sabía que estaba mal e incluso era ilegal, así me quedaba más tranquila.

No podía creer lo que la mujer me decía, ella no tenía por qué mentirme, y sabía que no lo haría, si antes me sentía mal, ahora me sentía mil veces peor.

-Ella hizo todo lo posible por encontrarte, pero un día su madre la descubrió y le prohibió seguir saliendo, sin embargo, ella lo seguía haciendo, al darse cuenta su mamá se volvió una sombra con ella, no la dejaba sola, la llevaba a la empresa y ya no pudo seguir buscándote. -Me aseguró con una mirada triste.

-¿Y por qué ella se expresó así cuando llegamos? ¿Por qué no se puso feliz si supuestamente me había buscado?

-Ella siempre ha querido darle gusto a su madre, Lauren. Supongo que al ver que estabas bien, ella solo decidió seguirle el juego a la señora, pero ella no es mala, es la chica más dulce y valiente que conozco. -Me miró a los ojos, ahora estaba segura de que Estela no mentía.

Yo también, pensé.

-Soy una imbécil. -Escondí mi cara en mis manos empezando a llorar, ni siquiera podía medir el nivel de arrepentimiento que tenía.

-No te preocupes, mi niña, Camila tiene un corazón muy grande, estoy segura de que ella puede perdonar cualquier cosa que hayas hecho. -Me miró con ternura.

-No, Estela, ella no me va a perdonar, lo que le hice fue horrible. -Repetí con dolor.

Narra Camila:

Desperté sobre la cama de Dinah, aclaré un poco mi vista y vi a alguien sentada en el sofá, era Normani.

-¿Cómo estás, Camilita? -Mi amiga se acercó a mí y se sentó en la orilla de la cama.

-Pues valiendo mierda, pero sin sueño. -Intenté sonreír, pero sabía que más bien había hecho una mueca. -¿Dinah te contó? -Pregunté tallando mis ojos.

-Sí... -Torció la boca. -Siento mucho todo lo que pasó, Mila. -Se puso junto a mí y me abrazó por los hombros.

-Gracias, Mani. -Recosté mi cabeza sobre uno de sus hombros.

-Tu mamá llamó a Dinah. -Parecía dudosa en decirme. -Le dijimos que estabas aquí.

-Está bien, tampoco quiero preocuparla. -Después de todo era mi madre.

-Quería venir, pero le dijimos que creíamos que era mejor darte tu espacio.

-Gracias por hacerlo, no tengo ganas de verla. -Dije en voz baja.

-Lo entiendo, Mila.

-¿Dónde está Dinah? -Fruncí el ceño.

-Ammm... fue por algo de comer. -Lo pensó un poco, pero decidí no preguntar más y solo asentí.

Confident (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora