Capítulo 26

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-Mi amor... -Sinu rodeó el escritorio y caminó hasta la puerta donde se encontraba su hija, lo primero que hizo fue abrazarla. -¿Por qué no me dijiste que venías para ir por ti?

-No te preocupes, mi padre fue por mí. -Dijo con una mirada neutra haciendo que Sinu se pusiera seria. -Solo quería que supieras que ya estoy aquí y que voy a retomar mi lugar, así que no es necesario que busques otra contadora, ese puesto es mío. -Su voz sonó fría y seca, seguía molesta con su madre.

-Mila... hablemos, cariño. -Le pidió suplicante la mujer.

-Hablaremos en casa, quiero descansar.

-Está bien. -Asintió.

-Con permiso. -Se dio la vuelta y salió.

Yo reaccioné y salí corriendo detrás de ella, la tomé del brazo y la giré.

-Camila, espera... debemos hablar. -Dije rápidamente viéndola a los ojos.

Estaba preciosa, más que eso, su cabello estaba más corto, llevaba un pantalón negro, una blusa y una chaqueta de cuero negra, tenía un aspecto de chica mala que volvería loco a cualquiera.

-Yo no tengo nada que hablar contigo. -Me vio con esos ojos chocolate llenos de frialdad. -¿Podrías soltarme, por favor? -Miró como mi mano estaba sujetando su brazo, obedecí, la solté y ella siguió caminando con paso decidido para después salir de ahí.

No había nada de lo que veía en sus ojos cuando estábamos juntas, absolutamente nada, solo había desprecio y decepción en ella, estaba segura de que Camila nunca podría perdonarme.

Al llegar a casa, llamé a los chicos para que cenaran conmigo, busqué a Camila y no estaba por ningún lado, supuse que estaba en su habitación. Estábamos cenando cuando apareció...

-¡CAMILA! -Mis hermanos de inmediato corrieron a abrazarla.

-Hey, parece que me extrañaron. -Miré su hermosa sonrisa por primera vez desde hace mucho tiempo. -¿Cómo estás, guapo? -Se refirió a Chris.

-Bien, ahora estoy en un equipo de futbol... así que ya podré enseñarte más trucos. -El pequeño mostraba evidente emoción.

-Oye pero que bien. -Le desacomodó el cabello. -¿Y tú, bonita? -Esta vez se giró a ver a Taylor.

-Bien, tengo muchas cosas que contarte, Mila. -Se hizo la misteriosa.

-Bueno, pues ya tendremos tiempo de platicar. -Les dio un apretón más y se giró con Clara.

-Hola, linda. -La mujer mayor abrazó a la castaña. -¿Cómo te fue? -Preguntó una vez que se separaron.

-Muy bien, Clara, gracias.

-¿Quieres cenar con nosotros? -Preguntó acercándole una silla.

-Gracias, pero cenaré con Estela, quiero platicar con ella. -Dio una sonrisa forzada, sabía que realmente no quería cenar con nosotros porque yo estaba ahí. -Los veré más tarde, chicos. -Les guiñó el ojo y se fue a la cocina.

Las dos mujeres que quedaron a parte de mí me vieron apenadas, sabían que yo no la estaba pasando bien con el desprecio de la castaña, pero ellas no podían hacer nada y al parecer yo tampoco.

Narra Camila:

-¿Qué tanto hacías en España que no regresabas? -Estela me miraba sonriente mientras me servía algo de comer.

-Bueno, digamos que el curso no fue lo único, tomé una terapia psicológica para sobrellevar lo que pasó aquí, y bueno, resultó que tengo un nivel considerable de ansiedad. -Hice una mueca.

Confident (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora