Capítulo 31

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A la mañana siguiente me sorprendí cuando Estela me dijo que Camila ya se había ido, pensé que empezábamos a estar mejor y que realmente me llevaría. Bufé, tendría que ir en un taxi, en el camino llamé a un mecánico para que revisara mi auto y así poder regresar en él cuando saliera de la empresa.

Cerca del mediodía estaba buscando algún pretexto para ir a la oficina de Camila, tenía que averiguar lo que había pasado para que la castaña se pusiera distante conmigo otra vez. Cuando por fin encontré la mejor excusa, me dirigí al lugar... su secretaria no estaba así que toqué la puerta...

-Adelante. -Le oí decir.

La sonrisa que traía desapareció cuando el chico ese estaba ahí otra vez, ambos estaban riéndose.

-Bueno, Camila, será mejor que me vaya, al parecer tienes trabajo. -Me miró con algo de miedo.

-Gracias, Shawn. Te veré luego. -Se dieron un beso en la mejilla y yo apreté la mandíbula.

-Con permiso. -Dijo caminando fuera y yo simplemente asentí.

-¿Qué se te ofrece, Lauren? -Preguntó como si nada.

-Ammm... vine a preguntar porqué no me habías esperado esta mañana, pero creo que ya sé por qué. -Las palabras salieron de mi boca casi involuntariamente pero cuando estaba celosa no podía controlarme.

-¿Disculpa? -Frunció el ceño, pero a la vez parecía sorprendida.

-¿Tienes algo con ese chico? -Pregunté directamente.

-Lauren, tú no tienes derecho de preguntarme eso. -Me miró severamente y yo empecé a acercarme a ella.

-Solo dime sí o no.

-No tengo porqué responderte eso.

-No tienes nada con él... -Aseguré con una sonrisa una vez que estaba a unos centímetros de distancia de ella. -Quieres darme celos... ¿cierto?

-Ya te dije, no eres el centro de atención, yo no pienso que intentas darme celos con tu guardaespaldas... oh, perdón, con tu novia.

-Ahora entiendo todo. -Hice una pausa. -Estás celosa de Keana...

-Por favor, yo no tengo por qué estar celosa de esa chica...

-Oh claro... -Dije irónicamente. Nuevamente acaricié su nariz con la mía. -¿Sabes? Ya no estoy con ella. -Sonreí de lado.

-Ajá, por eso va a buscarte a casa a cada rato. -Rodé los ojos.

-Y no estás celosa... -Levanté una ceja.

-¿Celosa, Jauregui? Estoy lo que le sigue de celosa... -Dijo apretando los dientes. -¿Sabes por qué? -Negué. -Porque quiero ser la única que haga esto... -Tomó mis mejillas y pegó sus labios a los míos. No pude evitar soltar una pequeña risita, pero de inmediato correspondí. Sus labios se movían rápido y mi corazón parecía que se saldría de mi pecho, mi lengua pidió entrada y su boca se la concedió rápidamente.

Nos besábamos de una manera muy necesitada, no iba a negar que extrañaba como nada esos besos, el sabor de su boca era exactamente igual al que solía volverme completamente loca y aunque rara vez nos dábamos un beso tierno, cada uno tenía algo de especial, y ese no era la excepción, era nuestro primer beso dejando de lado las mentiras y las malas intenciones, nuestro primer beso completamente sincero y se sentía demasiado bien, era como si no hubiera cargas ni pensamientos intrusivos en mi cabeza, me sentía plena, sentía que el tiempo se había detenido. Ni siquiera podía decir que ahora sentía miles de cosas, porque también las sentí cuando supuestamente yo estaba jugando con ella, la verdad era que siempre había sentido esa explosión de emociones dentro de mi estómago cuando sus labios se conectaban con los míos.

Confident (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora