¿y si compartimos una vida?

Capítulo 9

DANTE

La soledad es el único momento donde te das cuenta de todo los errores que has cometido, es por eso, que tratamos de callar todo ese ruido antes que nos afecte. Lo sabía estaba con la cabeza apoyada en sus piernas, su mano pasaba por mis mejillas,

Lo había olvidado la importancia de este presente con ella, solo trataba de engañarme de que eso no pasaría pero, ahora ella me confirmo eso que quería ocultar y era el poco tiempo que me queda para compartir con ella. Hay algo que sientes una vez humanizas al otro, como lo que tu sientes y es que te das esa libertad de esa como Nietzsche decía "es no sentir vergüenza". Así es por primera vez los dos nos concentramos en el otro y no sentíamos vergüenza por la moral, pensamientos, ética, o sentimientos de los demás. Nos habíamos sumergido en una burbuja donde el otro era lo único que teníamos.

Cuando le dieron de alta del hospital la subí a mi espalda y la lleve a casa, el doctor dijo que debía no hacer esfuerzos, así que por varios días pasamos las tardes viendo películas de todo tipo romance, misterio, drama y algo de terror. Por días pude ver a la Isabella que sentía todo tipo de cosas, miedo y más aún cuando la asustaba en plena película y me ganaba una gran tunda de golpes. Tristeza lloraba y me abrazaba, me hacía prometerle que no pasaría lo que paso en la película. Drama ella con el drama no se conecta pero yo sí, podía ver su rostro de confusión cuando la película terminaba y yo empezaba hablar como loro descargaba unos largos discursos y ella se reía cuando veía mi rostro de fascinación. Misterio apostábamos que podíamos adivinar el asesino antes de que lo descubrieran y el perdedor haría lo que el otro quería, muchas veces fue un empate donde me hizo ponerme su falda de colegio, que no me servía y se reía de mis piernas un poco velludas y yo me desquite alquilado le un disfraz de Pikachu y que bailara una canción de Pikachu.

Una vez ya nos dieron permiso para salir de casa fuimos parques, donde hacíamos picnic y comíamos mientras hablamos y jugábamos póker con lo de las cartas perdía a veces porque, ella gritaba en sus pensamientos para desconcentrarme.

-no se vale traposa.

Ella solo me sacaba la lengua.

Pero la mejor parte del día era las noches cuando hablamos en nuestras mentes hasta quedarnos dormidos.

-oye ¿tu cuarto debe estar desordenado? pensó

-no estás aquí para comprobarlo.

-no pero, tu madre me afirmo que eres muy desordenado.

-mira quien lo dice.

-yo tengo el día ocupado contigo y eres como un niño que debe darle atención o llorara.

-tonta.

-jajajajaja

-odio tus metáforas.

-amor quiero preguntarte dos cosas una en base en una situación y la otra como una opinión.

-está bien, dime.

-la situación seria imagina que estarías dando el discurso de mi boda pero, no me casaría contigo sino con otra persona ¿cómo sería?

Cuando me dijo eso me imagine a todos rodeándome sentados en mesas blancas, con un gran pastel y decorado con rosas blancas esperando que digiera algo para los novios, ella vestida de un hermoso vestido blanco y un hombre con la cara oscurecida no veía ningún detalle de los rostros de las personas a excepción de ella.

-para el hombre que logro conquistar a la mujer más hermosa, debe entender que no es una persona que se pueda disciplinar, dominar o domesticar. Es una mujer muy autosuficiente que por sí misma, puede hacer lo que ella cree que le dé su felicidad, es por ello, que no la asfixies, no le impidas nada, no le ocultes nada, tiene algo tan extraordinario y es que si se enoja por una verdad que le has dicho te dejara de hablar por unas horas o unos días, pero fingirá algún día que no sucedió y es allí que te necesita para que le ayudes a olvidar, eso sí, si la haces enojar te lo recordara y todo lo que digas será usado en tu contra, una vez la vuelvas hacer enojar. Y por favor sigue estas siete reglas que debes seguir si quieres estar con ella para siempre.