Dante
No sé cómo pude soportar tanto martirio, sus frases, sus conclusiones, hasta los argumentos de una idea tan básica, pero tan difícil de encontrar hacían que mi corazón se acelerara y todo porque era él no era otro autor, sino él y eso me hacía estar en presencia de algo tan importante, para mí, que quería abrazarlo y no soltarlo.
Esa sonrisa que me dio me dio la idea de aunque no tuviera las palabras para decirle lo que siento, solo me quedaba algo... mi actos. Corrí a besarlo. Mientras lo abrazaba pensé.
-a veces me haces sentir tonta a tu lado.
- puede que lo parezca- pensó y yo lo golpe con mi mano.- pero cuando se trata de crear esos momentos tu eres la de las ideas, es decir, que tú haces la parte más importante y es la que no se puede olvidar.
-aja, en tu cara nerdo.
-tú haces los recuerdos... le interrumpí.
-y tú les das sentido.
Después de una hora que Dante explorara la biblioteca, como un niño, decidimos volver a la cabaña.
Llevo varios libros en una bolsa dejando su tarjeta de identificación. Caminamos casi un kilómetro para llegar a la cabaña.
-otra vez nuestro nido de amor. Dijo Isabella, quitándose los abrigos.
-no lo sé hoy no tengo ganas de nada.
-no ve vengas con eso de que te duele la cabeza.
-maldición.
-sabes que puedo escuchar todo y sentir todo así que deja de hacerte la mujer indefensa y la juga conmigo.
Trague saliva.
-no a eso, maldito pervertido.
-¿a qué quiere jugar?
-hay que aprovechar nuestra sensibilidad.
-por qué presiento que no me a gustar.
Nos sentamos en la alfombra y ella me vendo los ojos.
-¿puedo saber qué quieres hacer?
-solo cállate y disfruta.
-odio en lo que te has convertido.
Empezó a hacerme cosquillas.
-ya vasta.
-así se sienten cuando me haces cosquillas.
-basta... no... lo vuelvo hacer...
No escuchaba nada, ni sus pensamientos, ni lo que hacía. Fue cuando sentí un las calofríos en mi cuello.
-¿pero qué es eso?
Al principio era extraño pero, después se volvió algo excitante.
-ya vasta.
Me quito la venda y pude ver varias latas de cerveza y algo de pollo.
-por un momento pensé que harías algo conmigo.
-lo sé, escuche.
-bórralo de tu mente.
Abrimos una de las cervezas, y al darle un trago era algo raro para mí, gracias al gym no solo lo provee una que otra vez.
-¿te gusta pregunto?
-un poco.
-a mí me gusto un poco.
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¿y si compartimos una vida?
Romanceimagina que un día, sin que pudieras prevenirlo, compartieras todo con el amor de tu vida, tus pensamientos, tus recuerdos, tus sentimientos, tu dolor. No habrá privacidad alguna, los dos estarán atados al otro, pero la vida es clara, algo así no pu...