Capítulo 27

1 0 0
                                    


Isabella

Me estaba durmiendo hasta que sentí ese horrible golpe en el estómago, que me hizo dar un brinco y caí al suelo me abrace el estómago y di un grito de dolor me dolía tanto que no podía respirar me arrastre por el piso hasta llegar a la puerta, la golpe para que alguien viniera.

-¡Dante!

Seguí golpeando la puerta la golpe con todas mis fuerzas sentí que me iba a desmayar. Escuchaba a Dante pero, no podía comprende lo que decía, estaba aturdida.

-¿Dónde estás?

Se hizo un silencio estaba aterrada.

- quiero que me escuches llama a alguien que esté en tu casa y ve al hospital ¡ahora!

Golpe otra vez la puerta con mi mano, hasta que mi hermana se escuchó detrás de la puerta.

-¡Isabella! ¡Estás bien! Me retire de la puerta para que ella pudiera entrar.

Me vio en el suelo y grito.

-¡mamá!

Mi hermana se arrodillo a mi lado, vio que me apretaba muy fuerte el estómago, levanto mi camisa y vio el gran morado que había en mi abdomen, ella se asustó y se echó para atrás, mi madre llego en ese instante. Me vio y su expresión fue de terror al ver mi estómago, me levanto y me apoye en el hombro de mi madre y de mi hermana bajamos las escaleras y cuando mi madre abrió la puerta, sentí como mi brazo que apoyaba en mi madre recibió un gran golpe que me hizo perder el equilibrio.

-¡hija! ¿Qué te duele? Mire directamente a los ojos de mi madre cuando sentí el golpe en mi rostro, caí al suelo y otro golpe en mi estómago. Mi madre llamo a una ambulancia, mi hermana no sabía si podía tocarme solo me miraba con perplejidad, sentí una presión en mi pecho, la ambulancia estaba a punto de llegar y cuando freno sentí un gran golpe en mi espalda, estaba casi medio inconsciente. Podía escuchar los pequeños pensamientos de Dante.

-¡tengo que vivir! ¡Le duele a Isabella! ¡Mueran! ¡Malditos!

Me levantaron y me llevaron en una camilla hasta la ambulancia, sentía los golpes que me hacían moverme en la camilla, uno de los paramédicos me detenía los brazos. Hasta que se escuchó un zumbido en oído, escuche un gran silencio hasta que sentí un gran golpe que hizo girar violentamente mi cabeza y todo se puso blanco.

Estaba en una especie de sueño, podía escuchar una voz que retumbaba con un gran eco.

-humana, me han condolido su historia y han recibido lo que es ustedes llaman milagro, pero la realidad es clara, la realidad no puede ser entendida hasta que olviden lo que son, olviden su yo y vean todo desde una tercera persona.

De repente escuche ese monologo, ese que debía ser mi revelación solo que estaba narrada por la voz de Dante como si hablase de otra persona, como si me hubiese olvidado.

-El atasco es una inercia, es no moverse, es dejar de vivir. Isabella ha estado atascada y por eso, siempre se les ve a los personajes quietos, en un sitio sin detalles a su alrededor, solo están ellos porque son ellos los que ignoran el mundo y se quedan quietos a sus vidas, por eso, no hay escena, no hay detalles de la ropa, no hay descripciones que no son de ellos mismos y sus sentimientos. Es algo que demuestra que estos personajes están atascados por culpa del otro, Isabella cree que ella ha sido la responsable de haber dañado a Dante y de hacer que este sufra, Dante por otro caso, es él que está atascado porque no sabe cómo enfrentarse, como remediar, como sanar a la persona que ama porque no sabe qué hacer. Sus monólogos representan que no puede hacer nada más que pensar y no actuar. Cuando decide hacer ese viaje, decide más intimidad, olvidarse que existe el mundo y buscar la mas en Isabella alejándose de todo el ruido de la ciudad, de las personas, de sus familias. porque él quiere buscar algo para poder actuar, pero no comprende que hablar también es actuar, que hablar es también dañar a la persona y cambiarla, aunque busca algo no comprende que desde que están unidos, esta sanando a la persona que ama, con el significado de sus palabras.

¿y si compartimos una vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora