¿y si compartimos una vida?

Capítulo 19

Isabella

El olor del perfume de la señora Claudia me despertó una vez que vio mis ojos abrirse ella me abrazo, por cómo me hablaba y como me regañaba entendí que había algo extraño.

-¿Cómo puedes hacer esto sabiendo que los dos no se han recuperado? ¿Quién te crees quieres para hacer lo que se te venga en gana? ¿Por qué siempre has hecho lo que quieres y dejas a un lado a las personas?

Vi mis manos eran diferentes sus dedos marcados por algunas cicatrices permanentes y el brote de sus venas, entendía que no era mi cuerpo, sino el de él. Me fui al baño y Claudia me persiguió, me mire en el espejo, era él, estoy en el cuerpo de Dante es pesado, robusto, a veces un poco incómodo por su misma figura. No puedo creer la velocidad de su mente, puedo comprender lo que puedo pensar incluso es como si pudiera debatir conmigo mismo, pero cuando voy a sus recuerdos puedo comprender porque, puede entender todo lo que pasa a su alrededor su mente, no es un prodigio de nacimiento, sino que fue obligado a ese extremo.

En la memoria de Dante hay alguien, alguien que Dante nunca menciono, Se llama Alex Miller era alguien completamente distinto a Dante, era alguien extrovertido, rubio, de piel blanca con ojos negro. Los recuerdos que Dante tiene de él son recuerdos con una sensación de melancolía. En sus recuerdos me mostro como se conocieron por primera vez, fue cuando llego al su antiguo colegio, Dante era nuevo en ese colegio, porque el mismo se retiró de tu antiguo colegio simplemente porque era muy aburrido, la profesora de Literatura le ordeno que se sentara con al lado de Alex y como los días pasaron Dante quería que nadie notara su existencia pero él veía desde a pocos centímetros lo que Dante hacía, sus cuadernos estaba llenos de letras escribía incluso pocos minutos de los exámenes, en Educación Física era imposible no dejar de verlo, ya que el uniforme de hombres de ese colegio en verano era una camisilla blanca y su figura robusta se mostraba y los ejercicios los hacía con gran facilidad. Alexander se interesó en él y un día detrás de las escaleras del campo de Futbol estaba Dante escribiendo.

-¿Qué haces aquí?

Dante no le respondió solo lo miraba sentado en el suelo.

-sé que no eres de muchas de palabras, pero eres alguien difícil de no observar.

-¿Por qué lo dices?

-porque llevas una guerra interior, la sensación de estar a tu lado es la de alguien que está peleando consigo mismo.

-¿y por qué te intereso?

-porque te pareces a mi padre, es alguien que habla poco pero, cada vez que habla la habitación hace silencio para escucharlo.

Dante no respondió, pero desde ese momento los dos se reunían cada día en el descanso en ese lugar incluyendo en el invierno. Dante se reía de sus expresiones o sus imitaciones a Dr. House, pero siempre estaba ahí con él, Dante no se sentía solo por una vez en su vida. Solo hasta ese día.

Los dos salían después de clases era otoño y las hojas caían Alexander quería ver un partido de Jockey, faltaba poco para llegar a la casa de Dante y fue cuando los vio otra vez. Era tres de aquella vez y se notaba en el rostro de uno de ellos que buscaban a Dante, eran los que habían amarrado el perro aquella vez.

-¡allí esta! Grito uno de ellos. Los dos corrieron hacia Dante cruzando la calle. Dante tiro su mochila al suelo y le dijo a Alexander.

-no te metas en esto.

Alexander se quedó viendo como Dante luchaba contra ellos, fácilmente de un puñetazo derribo a uno de ellos y a otro de ellos le dio una patada en su patorrillo cayendo arrodillado en el suelo y estaba frente a que causo todo el problema fue cuando Dante, corrió y lo tacleo estando encima de él, le dio varios puñetazos en el rostro y vio como Alexander derribaba a que quedo arrodillado y vi el golpe que Alexander recibió en su estómago. Fue el detonante para que Dante se enojara y los tres chicos corrieron, Alexander había quedado sin aire arrodillado la acera. Y Dante lo llevo a su casa cuando llegaron la señora Claudia los vio.