Capítulo 3

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Dante

Por un momento me dieron las ganas de llorar, como si una herida en mi pecho se abriera, y caí en cuenta que ella estaba llorando. Podía oír sus llantos en mi mente, no sabía qué hacer, golpeaba mi almohada para no pensar, puse música a todo volumen una canción Ed Sheeran Happier y descubrí que ella podía escuchar la canción.

-odio tu música, es muy melancólica Dijo llorando en mi mente.

Hay un secreto que los hombres tenemos y es que si lastiman lo que amamos sentimos una ira incontrolable o una tristeza profunda, pocas veces he llorado en realidad pero, sentir que el amor de tu vida se destroza a pedazos no es algo que un hombre pueda soportar, la racionalidad se detiene, la moral nos importa un carajo y finalmente decides llorar, por un momento tratas de controlarlo y luchas contra tu propio cuerpo para no llorar pero, no sabes que no puedes escapar de un sentimiento y por fin lloras.

-maldita sea, lo siento si te lastime.

-no, no lo hiciste – pero su mente la corrigió- lo siento por mentirte.

Empezaron a salir lágrimas por mi rostro.

-maldición no puedo mentirte. Dijo ella.

-no puedes porque, para mentir se necesita de una gran creatividad y el cerebro te delata. Pensó mi cerebro

Ella empezó reírse.

-tu mente es como Google. Pensó.

La risa era contagiosa y termine por reírme.

-¿Cómo podremos vivir así? Pensé riéndome

-no lo se

Pasaron varios minutos y veía por mi ventana el cielo nocturno cubierto de nubes Isabella, estaba ocupada con su familia que una vez supieron que ya estaba consiente fueron a visitarla, yo solo hice lo que hago todos los días comer e ir a mi cuarto a escribir en mi computador, una vez que termine lo volví a leer para corregir la maldita puntuación.

Filia

En la vida habrá varios amores, pero hay unos que marcan más que otros, unos que aniquilan los deseos y solo quieres sentir. Esos amores tienen algo en común, extrañamente no son duraderos, aunque pasen años o toda una vida con ellos nunca es suficiente, aun quieres más. Siempre dejan ese dolor que tratamos de evadir a toda costa, porque un amor se ha ido y aun lo necesitamos, aun lo queremos, aun lo idealizamos. Es esa la simple razón y circunstancia que impide que amemos, que adoremos a otro mucho mejor que ese amor que está oculto dentro de nosotros, porque, lo sabemos sería una falta de respeto amar con locura como se amó alguna vez, es por eso, que estamos dispuestos de hacer cualquier cosa aunque ya sea tarde, aunque ya no haya retorno y nos quedemos solos en la vida, ese amor está ahí para cambiar cada una de nuestras acciones porque buscamos una similitud, una posibilidad más cerca pero sabemos que ya nada es igual, es diferente tanto que duele, es por eso, que sufrimos porque buscamos otro que ya no está, una paradoja irresoluble que nos pudre la vida, nos corroe los sentimientos y crean el gran desastre que somos ahora, siempre queremos devolver el tiempo pero sabemos que si lo hiciéramos eso complicaría más las cosas, porque siempre algo nos falta.

-Wow, enserio sientes eso por mí.

Caí de mi silla, me asusto.

-mierda. No sabía que decir no soy de esas personas que dicen lo que sienten.

-no, pero eres de esas personas que no necesitan palabras para demostrarlo.

-te equivocas, porque detrás de mis acciones hay un gran monologo interior que debate hasta donde llega mi amor.

¿y si compartimos una vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora