Felicidad // Spainrp

EL REENCUENTRO

- 14:25, Comisaría de Los Santos. -

Levante la cabeza y me encontré con el comisario Viktor Volkov.

Un ruso frío y excesivamente serio. Pelo gris, alto, cabeza pequeña, camiseta gris, pantalones negros, pistolera. Esa sería la descripción de Viktor.

- Elizabeth, no sabía que estaba por los Santos. - me dijo con una sonrisa.

Yo me levanté abrazarle.

- Llegué ayer, ni siquiera he visto al Súper Conway. - él soltó una risita.

Nos abrazamos unos segundos más.

- ¿Que necesitan? - les preguntó el comisario volviendo a su profesionalidad de siempre.

- Gustabo y yo hemos recibido amenazas por Twitter. - le dijo Horacio alterado.

- Vale, síganme por aquí. - dijo Volkov.

Le seguimos hasta un despacho.

Ese despacho. Ese en el que se encontraría él. Definitivamente ese casi fue el día de mi muerte. Así que decidí huir.

- Perdone, pero yo me tengo que marchar. - les comuniqué.

- ¿Cómo que usted se tiene que marchar? - preguntó Volkov confuso.

- Elizabeth, ¿nos vas a dejar solos? - me dijo Horacio con ojos suplicantes.

- Joder... - pensé. - Es que tengo que hacer cosas. -

- Venga, ven porfavor, tú tienes las pruebas, ¿no? - me suplicó Gustabo. - Sin tí no podremos hacer nada. -

Me quedé pensando unos segundos en silencio. Si no entraba y me iba, Horacio y Gustabo estarían en peligro. Pero si entraba, Jack Conway me iba a ver y a reconocer. Me gritaría que qué hacía en Los Santos y que porque él se acababa de enterar. Sería como sentenciar mi muerte. Pero si no Gustabo y Horacio estarían en peligro.

- Vale. - les dije suspirando. Al fin y al cabo mi deber es ayudar a las personas, así que iba a entrar, pero iba a intentar pasar desapercibida.

- Podéis entrar ya. - nos comunicó Volkov. - Superintendente, estos sujetos Horasio y Gustabo quieren tramitar una denunsia porque les han amenasado por la red sosial Twitter. -

- Si, si. Nos han amenazado. Lee los twits - Horacio me habló a mí.

Yo estaba mirando hacia un lado para que no me reconociera. - Oh sí claro. El twit es de Fernando Costa. Mi primo me ha dicho que dos tipos le han dejado tirado por el Norte. Nadie se mete con LA FAMILIA, el cielo va a caer sobre vosotros. - lo leí rápidamente.

El superintendente me miraba fijamente. - Con que el cielo va a caer sobre vosotros... Tendrán primero que pasar por encima de mi puto cadáver. ¿Que habéis hecho desde que estáis en la ciudad? -

- Trabajar. No nos hemos metido en ningún lío. - dijo Horacio.

- ¿No habéis tenido ninguna pelea? - insistió el superintendente.

- Hay muchas peleas y robos a basureros todos los días, desafortunadamente. - comento el comisario.

- Si, por cierto somos testigos de unas cuantas peleas en la central y de hecho llevé un puñetazo en el estómago. - dijo Gustabo - pero me fui corriendo al instante.

- Creo que vi a un tío que tenía el pelo rosa. Creo que se fue detrás de unos contenedores. - dijo Horacio. Ese tío no se fue detrás de los contenedores, le habíamos reventado a puñetazos y le dejamos detrás de los contenedores.