Felicidad // Spainrp

PROGRESOS

- 23:30, Sede de "The Union" -

Comodidad.

Más que comodidad se sentía como si estuvieras con tu familia en navidad. Era un ambiente tranquilo. Ya había estado en esa casa y siempre que entraba era muy reconfortante. Estar encerrada en lugares con nerviosismo era agotador y no venía mal relajarse de vez en cuando. En ese momento la tranquilidad venía bien. Siempre viene bien para firmar documentos.

Yo estaba sentada en una mesa de madera de roble muy larga. Llevaba puesta mi pasamontañas rosa fosforito con cadenas, mi favorito para estas situaciones. Delante de mí tenía un papel. En dicho papel ponía lo siguiente:

~ The Union ~

Hoy día (D/M/A), la señorita Calíope, entrará a formar parte de esta organización criminal.

Si dicha persona incumple alguna de las normas estipuladas, estará inmediatamente fuera de la mafia sin poder recordar nada.  Las normas son:

° No traicionar a ningún miembro de la mafia en ninguna situación.

° No contar información a nadie sobre dicha mafia.

° No revelar su identidad, a menos que hayan quedado de acuerdo los jefes.

° Nada de relaciones sentimentales entre miembros de la mafia.

... ... ... ... ...       ... ... ... ... ...        ... ... ... ... ...

Conociendo todos los términos de este documento, ¿acepta formar parte de esta mafia y dar su vida por los miembros de ella?

Firma si lo aceptas:

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|       (Firma)          |
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Probablemente estéis perdidos. Pero yo os explico amigues míos. Tiempo atrás había quedado con esta mafia para ayudarles en diversos atracos. Siempre desde fuera y por la noche. Una semana antes me habían propuesto que me uniera a ellos. Yo no veía inconveniente alguno. Así que firmé.

- Perfecto... - decía Nadando mientras leía todo el papel detenidamente. - En este caso, Calíope, bienvenida a la mafia. -

- Bienvenida mi niña. - me dijo Culebra feliz.

- Bienvenida Calíope. - dijo Macaco.

- Muchas bienvenidas. - dijo esta vez Celabrin.

- No se dice así inútil. ¿Como vas a decir muchas bienvenidas? Para eso no digas nada. Por cierto, bienvenida guapa. - dijo Daddy.

De repente se oyó la puerta abrirse dando un portazo en la pared y unos pasos fuertes y rápidos como corriendo.

- ¿Ya e'tás dentro? - preguntó una voz grave y cansada.

- ¡Si, ya estoy dentro! - grité un poco para que me oyera, ya que estaba en otro pasillo.

Los pasos de antes se oían muy cerca. Me giré y no tuve tiempo a reaccionar pues algo estaba encima de mi.

- ¡Bienvenida señolita! - me dijo Ramen tirándose sobre mi mientras me abrazaba.

- Chino, no respi... - iba a terminar la frase cuando sentí más peso sobre mi.