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-08:45, El Apartamento.-

Posé mis pies en el suelo de el apartamento.

Había llegado hace 15 minutos, pues tuve que hacer todo el trayecto desde la casa de los primos García.

Miré hacia los lados desde entrada pudiendo ver el salón y un poco de la cocina. Todo seguía igual. Sólo había un cuadro más en la pared del salón. Me dirigí hacia la cocina, por qué tenía hambre. Abrí el armario de la encimera y cogí tres galletas de chocolate que tenía. Mientras las comía caminé hacia la habitación.

Fui a mi armario y lo abrí. Miré la ropa que tenía. No me gustan mucho pero pensé que podría hacer algún apaño. Me puse un top negro, unos pantalones anchos con una línea de cuadros negros y blancos en un lateral y un cinturón negro con agujeros rodeados de metal. Cogí unas botas militares que tenía por le suelo y me las puse. Me levanté y esta vez me dirigí hacia el baño.

Al llegar miré mi reflejo. Tenía unas ojeras profundas y rímel corrido por debajo. Mi pelo estaba despeinado. Sonreí.

Cogí el cepillo y me lo peiné lentamente mientras seguía mirándome. Cuando terminé de cepillarme el pelo, abrí el grifo y mojé mi rostro para quitarme el rímel. Con una toalla me sequé y con el desmaquillador me quité los restos que quedaban. Abrí el cajón donde tenía el neceser del maquillaje. Eché base por mi cara y la esparcí hasta que se impregnó a mi piel. Con el iluminador brillaba la parte superior de mis labios, la de mis cejas y la de mis mofletes. Cogí mi pintalabios rojo pasión y lo pasé por mis labios pintando un poco más por la comisura formando una pequeña línea similar a una sonrisa. Abrí esta vez mi paleta de sombras para los ojos y restregué el pincel contra el color azul marino. Lo pasé por debajo de mi ojo izquierdo para formar un triángulo isósceles. Repetí la acción en mi otro ojo y por encima de mis cejas. Con la sombra roja hice un círculo en la punta de mi nariz. En mi ojo me hice un delineado de gato no muy largo. Me eché rímel y me puse unas pestañas postizas. Cuando vi que estaba lista salí del apartamento. 

Cuando iba a salir del apartamento, me fijé en un papel que sobresalía del felpudo. Me agaché a cogerlo. Era un sobre que abrí para ver su contenido. Dentro de este había una carta que ponía: 

"Hola hija

Soy consciente que la he cagado y te pido perdón. Me dejé llevar por la rabia y no pensaba con claridad, solo quería protegerte. Se que ahora no me vas a querer hablar, pero espero que algún día puedas perdonarme. Piénsalo Elizabeth, soy tu padre y te quiero mucho.

Si quieres hablar conmigo, estoy en la oficina de Comisaría

Un beso, la persona que más te quiere

J.C. "

Menudo gilipollas. 

Eso fue lo que pensé al terminar de leerla. El Conway ese se cree que tiene el derecho de decir "tu padre". Solo le perdonará en el infierno, que es donde merecía estar.

Rompí la carta en trocitos pequeños y la me la guardé en el bolsillo. Decidí cambiar de planes. En principio iba a ir a un lugar en el que si que sería amada y cuidada, pero antes necesitaba hacer un recado. 

-09:37, Comisaría de Los Santos.-

Después de comprar y preparar todo lo que necesitaba entré en Comisaría. 

- Hola, ¿se encuentra Conway por aquí?-  le pregunté a un policía que estaba de espaldas.

-Eh, no, ahora mismo se encuen...- dijo él dándose la vuelta. Cuando me vio se calló.

Felicidad // SpainrpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora