✘ Rσנσ Ʋιησтιηтσ ✘ (SIN EDITAR)

El gran día, pero...

Al día siguiente, Garu ni siquiera salió de casa, ya no tenía ánimos de hacer nada, puesto a que el día anterior prácticamente toda la aldea le ignoró.

Mio era su única compañía, Garu le peinaba pensando que por lo menos alguien le acompañaba en su cumpleaños.

De nuevo, por la tarde, salió a recorrer Sooga, esta vez sí había gente, pero cada vez que él se le acercaba a alguien, este le contestaba "Lo siento, Garu, no tengo tiempo; estoy muy ocupado"

Así fue durante toda la tarde, Garu se rindió y sólo volvió a casa a meditar.

(...)

—¡Garu, la aldea corre peligro por Tobe y sus ninjas!

Era de noche, Ching abrió la puerta de la casa de Garu a patadas y le llamó, advirtiéndole del peligro.

Este se asustó, rápidamente desenvainó su katana y corrió a la aldea junto a su amiga.

Pero no sabía lo que le esperaba, otra vez.

Al llegar, notó que las luces se calle estaban apagadas, pero de repente estas encendieron tras un grito en común de todo Sooga.

—¡Sorpresa, Garu! ¡Feliz cumpleaños!

Así es, los aldeanos estaban contentos y satisfechos con el trabajo de nuestro bitagonista, por lo que le recibieron con mucho cariño a la fiesta que habían estado preparando.

Globos, faroles, altavoces, pasteles y muchos regalos decoraban el entorno, este iba a ser un día especial.

Una sincera sonrisa de oreja a oreja se marcó en el rostro de Garu, nunca se le había visto tan feliz en su vida.

Las primeras personas que se le acercaron a darle un fuerte abrazo fueron Ching, Abyo y Pucca.

Fue reconfortante para él...

—¡Que al fin vas a hablar, hombre! —Dijo Abyo, emocionado, al fin iba a escuchar a su mejor amigo diciendo por lo menos un "¿Qué tal?" —Y así, me dirás lo guapo que soy. —

Garu hizo una expresión de asco y risa.

Pero Ching interrumpe. —Garu aún no puede romper el voto de silencio, tiene que hacerlo delante de todo el mundo en el micrófono, cuando el maestro Soo lo indique.

Pucca vio al escenario que estaba a sus espaldas, en el que estaba el maestro Soo a punto de tomar el micrófono.

Este lo hizo, y con ello enunció unas palabras que a todos emocionaron.

—Damas y caballeros, niños y niñas, por fin hoy celebramos el cumpleaños número dieciocho de una persona muy especial para todos, el mejor ninja nunca ante visto, que también hoy dirá sus primeras palabras después de varios años, ¡Con ustedes, el inigualable, Garu!

Unos focos iluminaron hacia el nombrado, todos vieron en esa dirección.

Garu se sonrojó de vergüenza, ya que todo el mundo estaba fijado en él.

Pero esto no le detuvo, caminó hasta el escenario y tomó el micrófono, tomó un poco de agua de un vaso que tenía cerca y aclaró su garganta, preparándose...

—Hola, ¿Qué tal? Soy yo, Garu.

Hubieron un par de segundos de silencio... ¡Pero después, toda la gente gritó de alegría!

¡Era increíble! quienes lo conocieron sin haberle oírle hablar, quedaron impactados, puesto a que la voz de el cumpleañero era melíflua.

Y claro, esto le encantó a Pucca, su admiradora de hace ya varios años, no es lo mismo escuchar a alguien a los 13 que escucharle a los 18.

Pero la cosa no acabó ahí.

Garu estaba algo apenado, sus mejillas seguían rojas, pero no iba a dejar a media nota a las personas. —¡Bien! Quiero dedicar estas palabras a todos ustedes, quienes me apoyaron en todo momento, y en ninguna circunstancia me subestimaron... Gracias todos ustedes, en serio. —

Pero cuando iba a continuar su discurso, entre la multitud se escuchó un grito femenino.

Todos voltearon a ver, era Tobe, quien había inyectado algo en el brazo de Pucca (en efecto, ella fue la del grito), para debilitarla y llevársela.

Esto enfadó bastante a Garu, arrojó el micrófono y sacó su arma.

Se arrojó enfrente de Tobe, habiéndose impulsado por el aire.

Pero el enemigo era más listo de lo que Garu pensaba.

—Descuida, Garu, ya podrás seguir hablando sin que nadie te interrumpa, ¡Ja, ja!

Tras eso, arrojaría una bomba de humo, que dejó ciego a todos en la aldea, aprovecharía esto para escapar.

Y alejándose, se escuchó un grito de la misma voz de hace rato.

Diciéndo...

—¡GAAARUUUUU!