Grilletes rojos

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Marinette

Luka dormía plácidamente a mi lado, estaba exhausto y su aperlada piel me mostraba lo satisfecho de su cuerpo.

A pesar del numerito de Adrien en el restaurante, él no me reprochó nada.

" Supongo que notó mi rechazo hacia Adrien "

Me levanté despacio para no despertarlo y me vestí, mi estómago estaba vacío y necesitaba algo de comer.

- Debí hacer las compras en el día, ahora tengo que salir.

Caminaba por la calle buscando una tienda 24/7 cuando en la esquina vi una silueta familiar.

- No puede ser.

Frene con la esperanza de no haber sido vista pero... supongo que me vio antes que yo a él pues al darme la vuelta lo tenía frente a mi.

- ¡Hola Marinette!

El esbelto y atractivo hombre de ojos turquesa estaba a milímetros de mi cara y sonreía mientras me miraba fijamente.
Su aroma a madera de cerezo quemada con toques de lima aún me hacían temblar el estómago y su casi azulada piel enmarcada por su lacio cabello rojo me seguía cautivando.

" Gobiernate Marinette"

- Gill, ¿a que debo el desagradable encuentro?

Dije fríamente sin soltarle la mirada hasta que él intento tocarme.

-Ni lo pienses gusano repugnante.

Con fuerza sujete su muñeca deteniéndolo y la apreté hasta escuchar su hueso crujir.

- ¡ahhh! ¡Tranquila!
Vengo a disculparme.

- No es necesario, con que te alejes de mí, me es suficiente.

Recalque mi rechazo al tiempo que avente su mano y me giré en dirección a la tienda.

- ¡Marinette, solo déjame explicártelo! .
¡Yo no sabía que esas dos eran tus sirvientes, de haberlo sabido!

- Deja de seguirme o te desmenbrare.

- ¡haha! no puedes matar a tus convertidos a menos que te ataquen y lo sabes, en fin, cuando supe que eran tuyas, las pobres ya eran adictas a mí y...

- ¿Me dirás que no notaste mi sabor en su sangre?
No seas ridículo, Gilles.

Entrè a la tienda y tomé una canasta.

Uno a uno recorría y tomaba de los pasillos lo que necesitaba mientras, sin discreción, el pelirrojo seguía hablando.

- En realidad nunca las probé, su aroma fue el que me llevó a ellas, me parecía tan familiar pero, juro que no pude relacionarlo contigo.
El rastro estaba demasiado diluido como para saber que era tu esencia.
Les dabas muy poco de ti como para que yo lo notará.

- Era la idea.

El chico tomó mi canasta y yo seguía llenándola.

- Entonces si no bebiste de ellas, ¿como fue que las dominaste?

- El Bloody que fabrico es muy fuerte, 100% de infantes neonatos.

Me congele un instante al escuchar eso pero quise disimular.

- Creí que habías dejado de torturar bebés.
Eres repugnante.

- M... En realidad los neonatos liberan adrenalina muy fácilmente, sienten vértigo, fotosensibilidad, estrés con el ruido etc.
No necesito lastimarlos... mucho. Ya no hago lo que hacía antes, te lo juro.

BLOODY MARINETTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora