Sentimientos inutiles

115 14 1
                                    

Adrien

Mi teléfono sonó desde un numero del cual yo ya estaba habituado a recibir insultos, lo miré durante unos segundos y decidí que era mejor no contestar, viajar en el subterráneo me relaja bastante y ese imbécil no me arruinaría eso tambien.

- Que se vaya al carajo

Desvíe la llamada al buzón y continúe escuchando música.
La mañana era helada y el semblante adormilado de todas las personas que viajaban a mi al rededor me hacía querer regresar y envolverme en las cobijas pero, como dicen, el deber me llamaba.

Solo me bastó llegar a la  puerta de la estación para darme cuenta que haber regresado a dormir a casa era en realidad una excelente idea almenos para ese día pues, al cruzar el umbral, el Sargento de recepción me llamó con precaución y, cautelosamente, me informó que el próximo nuevo jefe de la policía me buscaba.

- Dos horas tarde no lucen muy bien que digamos, detective.
Será mejor que tenga una buena excusa.
Al parecer el viejo viene a cortar cabezas. Suerte

-¡ohhh genial! , otro viejo estúpido al que hay que adular, gracias Julls, te veré luego.

Me dirigí rápidamente a los vestidores topandome de frente con un indiferente Luka que al verme, ignoró por completo mi presencia y se limitó a tomar un maletin extraño pero, a pesar de su desagrado, lo saludé como siempre.

- ¿Que hay Luka ? ¿ Almorzamos?
Leí toda la información que me diste y me gustaría que me...

- ¡Ah!
Que hijo de puta.
Si que tienes bolas maldito hipócrita de mierda.
Debería partirte la cara tan solo por atreverte a hablarme.

-¡Huuuy! estamos tensos ¿heee?

- ¡vete al infierno Agreste!
Se perfectamente lo que has estado haciendo a mis espaldas.

- Pues, te agradecería que me lo dijeras porque honestamente, no sé qué mierda he hecho estos últimos días, he estado perdido.

- ¡hum!
y además de traidor, cínico.
No te basta con querer quitarme a mi chica  sino que ahora resulta que eres un adicto de mierda.

Los demás compañero miraban curiosos.

- ¿Lo sabías entonces?
Y yo tocandome el corazón para no herirte.

- Eres mierda Agreste.
No, no eres ni eso, simplemente no eres nada.

- No dijiste eso Cada vez que cubría tu huida.

- ¡Púdrete imbécil!
No te debo una mierda.
Esa actitud  basura fue la que te ocasionó las heridas que tienes, no yo.

- Aha, si , de nada maldito cobarde.

- Me largo. Tengo cosas importantes que hacer.

- ¡ha!, si, como no. Te vas porque tienes miedo a que te parta la cara, pero te aviso que no pienso alejarme de Marin...

El azabache me empujó contra los lokers con mucha fuerza sacando el aire de mis pulmones por un instante.

- ¡¡¡NO TE ATREVAS A MENCIONARLA!!!
Escuchame, si ella es demasiado para mi que soy cien veces mejor que tú, tú debes saber que solo decir su nombre te debería pesar.

Dijo encarandome y dadome un empujó mas.

Sé que debía parar y disculparme pero no lo hice. Quizá deseaba que él me molinera a golpes para que yo no me sintiera tan mal conmigo por traicionarlo.
Así que seguí provocandolo

- ¿te duele que prefiera estar conmigo?
Seguro le aburriste ya .

Él me golpeó en el rostro pero sus manos de princesa guitarrista hacían tanto daño como una almohada de plumas.
¡Naaah! mentira, dolió mucho pero incluso ahí, sentí que se contuvo. Así que dejé mi rostro estático para seguí probocandolo.

BLOODY MARINETTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora