El Precio A Pagar

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Luka

Desperté en el suelo de una casa bastante antigua e inmediatamente de que Kurtzberg me vio despierto comenzó a patearme con todas sus fuerzas.

- ¡GRANDÍSIMO IMBÉCIL! ¡¿TIENES IDEA DE LO QUE ACABAS DE HACER?!
¡¿AHORA CÓMO PIENSAS QUE LOGRARÉ VIVIR?!
...
...
Esta era la última y tú la contaminaste. No hay sangre que reemplace la de Marinette y... lo que bebí no durará por siempre.

Yo trataba de gritar pero no podía sin embargo no por eso dolía menos.

- ¡hay! , el pobre Luka no puede ni gritar...
No te quejes, fuiste tu quien intento dejar entrar a Marinette
¿Que pensabas?
¿En verdad creíste tener tiempo suficiente para darle permiso de entrar?
Luka
Luka
Luka
En verdad no era tan difícil tu misión, si la hubieras hecho, yo tendría toda esa sangre que se desperdicio en las paredes, fluyendo por mis venas y tú estarías convirtiendote en un buen súbdito.
Pero en lugar de eso...

El maldito, comenzó a patearme en la cabeza, el abdomen y la entrepierna con una fuerza devastadora que casi me mataba.

-... EN LUGAR DE ESO, LE DIJISTE EL PLAN!
¡Y AHORA ¿QUÉ HARÉ?!

Su último impacto me rompió el cráneo y mi sangre corrió por el suelo mientras mi visión se hacía borrosa.
Este demente en verdad me va a matar.
pero...
ya no me importaba.

Desde que Marinette me repudiò, ya nada tenía importancia para mi y con mi última estupidez... toda esperanza se había perdido.

" Lo lamento Marinette solo espero que estés bien "

El terrible dolor me dejó inconsciente y mi casi perdida mente me llevó hasta aquel momento en que conocí a mi amada MUSA.

Tenía varios días sin comer y el frio me estaba matando despacio y para colmo estaba mojado a causa de la lluvia pero estaba decidído a hacer lo necesario para sobrevivir así que busque lo que necesitaba.

Fue cuando la vi, una mujer pequeña y delgada, quizá una adolescente, de largo cabello negro y zapatos altos caminaba por la acera sola, tenía un bolso de aspecto costoso y sujetan un abrigo.

Era perfecta, sus zapatos no la dejarías correr y no tendría que esperar a que se quitara el abrigo. Además iba sola y ya era de noche.

La seguí por unos minutos hasta una solitaria calle donde ya sabía que era peligroso entrar es especial para una mujer. Si necesitaba mucho ese abrigo y quizá el dinero de su bolso pero, no iba a sacrificarla por eso.

-¡Señorita!

Grité justo cuando la vi dar vuelta y corrí para detenerla

"Quiza esta perdida y ni sabe del peligro"

Asi que corrí para advertirle pero me topé de frente con ella.

-¿Estàs perdido niño?

Yo no supe que hacer salvo señalar la calle y advertirle.

- Esa zona es muy peligrosa tenga cuidado.

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BLOODY MARINETTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora