𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑽𝑰𝑰

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POV'S Aaliyah

Sentí la mirada de alguien sobre mí y poco a poco comencé a abrir los ojos encontrándome con los bellos y azules ojos de Carl.

-¿Cuánto tiempo llevas viéndome?-pregunté.-No mucho, unos 5 minutos.-Dijo el sonriéndome.

-¿Estas mejor?-Preguntó mientras acariciaba mi cabello.-Sí, solo ya sabes, el pensar en perder a Gleen me afecto mucho.-dije.-¿Qué hora es?-Pregunté tratando de cambiar el tema.

-Las 8 en punto, debo ir a ayudar a mi padre.-Contesto él apartando la mirada del reloj que Michonne le había conseguido días atrás.-Si quieres quédate aquí, duerme un poco.-Dijo él.

-No, tomare una ducha, se que si vuelvo a dormir no despertaré hasta la cena.-Bromee y el soltó una pequeña risa.

-Me voy preciosa.-Dijo y me dió un pequeño beso y salió de la celda. 

Me dirigí a mi celda y de mi mochila saque unos shorts, junto a una blusa con escote en "V", mis converse de bota negros y ropa interior limpia. Con mi ropa en mano entre a las duchas y deje que el agua recorriera todo mi cuerpo. Me encanta esa sensación de estar fresca y limpia, antes odiaba ducharme, pero ahora lo disfruto demasiado ya que no es algo que pueda hacer muy seguido.

Una vez limpia me puse la ropa y cepille mi cabello, agarre dos mechones de cada lado de mi cabello y me hice dos coletas, dejando el resto del cabello suelto causando que se formaran ondas en las puntas y para finalizar coloqué las placas de mi padre en mi cuello.

Salí de la prisión para pasear por el patio y disfrutar del aire fresco, comencé a caminar cerca de las rejas y note que había algo o alguien entre los arbustos, y dudo que sea un animal, o... ¿Hay osos de ese tamaño? De los arbustos salió un hombre y fijó su vista en la prisión.

De la nada aparece Maggie a lado mío, causándome un gran susto.-Maggie, mi corazón.-Dije y ella comenzó a reír por mi reacción.

-Hubieras visto tu cara, pero bueno vengo a decirte que Carl te esta buscando, esta en la torre de vigilancia.-Dijo ella y asentí.-Oye por cierto, ¿cómo esta Gleen?-Pregunté.

-Mucho mejor, me contó que fuiste a verlo sin importarte el enfermarte y que lo cuidaste allá dentro, gracias de verdad, no se que haría si lo perdiera.-Dijo ella abrazándome y yo correspondí su acción, nos separamos y le dedique una sonrisa.

-Él me importa demasiado Maggie, no podía dejarlo solo ahí dentro.-

-Bueno debo irme, adiós Ali.-Dijo ella para después marcharse.

Ignore al hombre entre los arbustos, solo a de ser un caminante.

Comencé mi camino hacia el lugar que Maggie había mencionado, subí a la torre, encontrándome con Carl sentado sobre una sábana blanca y sobre está un bowl con fresas junto a un pequeño ramo de flores de miel, estás están regadas por gran parte del patio de la prisión.

-Hey, ven.-Dijo él mientras palmeaba la sábana para sentarme junto a él.

Tome asiento junto a él y le sonreí.-Te ves hermosa.-Dijo él mientras agarraba una de las coletas de mi cabello causando que me sonrojara.

-Tu igual te ves hermoso.-Dije mientras acariciaba su mejilla.

Tomé una de las fresas del bowl y la mordí saboreando su delicioso sabor.-Mis favoritas.-Comenté.-Beth me dijo.-Dijo él y solté una pequeña carcajada.

-¿De dónde sacaste la sábana?-Pregunté.

-Se la robe a John.-Dijo él y yo reí. John era una de las personas que se encargaban de lavar la ropa.

Sign Of The Times - Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora