Mine [Kookmin au] 📘

lxxiii

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⚠️Asesinato

Pov Mochi

─Te extrañe─ La boca de San pegada a mi oreja mientras sus manos se envuelven en mi cintura con fuerza me obligan a retener arcadas.

Se separa de mi y lo miro con una sonrisa falsa en el rostro. Pero es tan estúpido cuando se trata de mi que no es capaz de notarlo.

─¿Vamos?─Le pregunto en medio de la madrugada que nos envuelve. Una luz se enciende a mis espaldas y se que mi padre se despertó.

─Vamos, rápido que ya se despertaron─Me dice San con tranquilidad.

Me subo en el auto con solo un bolso. Bolso en en que tengo mi pasaporte y documentación falsa. Junto a mi celular encriptado y solo una muda de ropa. Ya que se de sobra que la voy a necesitar.

─Va a ser una linda noche─Me digo a mi mismo en voz alta y escucho a San reír. Y nuevamente se que mal interpreto mis palabras por completo.

El único que se va a divertir esta noche...soy yo.

Un largo viaje en el que en lo único en lo que me concentre fue en el paisaje.  Y en el como se volvía mucho más aburrido a medida que avanzábamos más y más. Ni un poco parecido al lugar en donde vivía con Nochu. Todo lo que tiene que ver con él es interesante. Puedo pasar horas viéndolo dormir sin cansarme.

─Llegamos. Bienvenido a tu nueva casa, Mochi─Me dice San con una enorme sonrisa en el rostro.

El auto entra en un garage y en cuanto el motor se apaga me bajo inspeccionando todo el lugar. Una casa del montón ridículamente cara y sin ningún tipo de distintivo o encanto.

Aburrido como todo lo que rodea a Choisan.

Ambos entramos en la casa en completo silenció. En ningún momento suelto mi bolso. Y es ahora que tengo que empezar con mi verdadera actuación.

─¿Y nuestra habitación?─ Le pregunto a San con una sonrisa coqueta en el rostro desabotonando tres de los botones de su camisa.

─Arriba. Primera puerta a la izquierda─Pronuncia rápidamente con una sonrisa en el rostro.

Dejo un beso en su mejilla. Y empiezo a correr escaleras arriba hasta llegar a la habitación. Y en cuanto entro y veo un ropero entro sin dudarlo un segundo.

Quiero ser yo. Quiero ser nosotros. Quiero ser libre. Quiero sentirme vivo. Es lo único que quiero. Es lo único que necesito.

Escucho la puerta abriéndose nuevamente. Y por las pequeñas aberturas del armario puedo ver a San buscándome con la mirada.

Y sin dudarlo saco el arma que había ocultado en mi mochila.

Abro las puertas y sin dudarlo ni un segundo le disparo en el abdomen causando que me mire completamente impactado.

Este soy yo.

─Mochi...

─¿Sabes? Nunca pertenecí a ningún lado. A cada lugar al que iba sentía que yo no era parte de eso. Por suerte él no era un lugar─Le digo comenzando a caminar por la habitación observando las grandes ventanas de esta.

Me acerco nuevamente a él y le arrebato el celular que ya tenía entre sus manos. Me mira con terror pero de una forma irónica el amor, o mejor dicho, obsesión que siente por mi sigue ahí. Intacto. Como si no acabase de dispararle.

─Cuando me fue a buscar...solo escuche un sonido. El sonido de la moto solo significaba una cosa para mi. Ese sonido solo significaba una cosa para ambos. Ese sonido solo significaba una cosa. Significaba que eramos libres─ Observo como la sangre sigue saliendo de la herida de San. Y no siento nada. Ni un ápice de lastima o remordimiento. Nada. Ni siquiera diversión. Así de aburrido es.

>Ese no fue el fin. Fue solo el comienzo. Aún recuerdo el viento que golpeaba mi cuerpo y como todo se apago cuando atravesamos ese túnel.  Atravesar ese túnel fue como nacer de nuevo todo se reunió en un solo instante y exploto─ Observo como su mirada se empieza a apagar y como intenta quedar inconsciente pero no se lo voy a permitir.

Lo tomo de los hombros y lo obligo a que me mire fijamente.

>Él era lo único que lograba hacerme sentir completo. El era lo único que lograba hacerme sentir bien. Y por eso lo amé. Me enamore porque su locura era la única que comprendía la mía─Lo suelto abruptamente causando que cause un ruido sordo al caer en el suelo.

Río al aire y siento como una de sus manos me toma del tobillo.

>Nuestro encuentro no solo marco nuestro destino. Marco el destino de las cientos de personas que se cruzaron en nuestro camino. Y tuviste la mala suerte de ser una de ellas. Te lo advertí ¿Verdad? Cuando una piedra se cruza en mi camino yo me deshago de ella. Fuiste y sos una piedra San. Suerte en el más allá─ Es lo último que le digo para dispararle una última vez en su cabeza.

Me dirijo al baño y tomo una ducha caliente. Me visto con la muda de ropa que había traído de la casa de mi padre y me alistó para irme. Observo el amanecer por la ventana y se que solo me queda una parada que hacer.

Un poco más y finalmente voy a ser libre. Finalmente vamos a ser libres.

Y esta vez es para siempre.

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Hasta aca por hoy.

MAÑANA TERMINA Y NO ESTOY LISTA CHAU

Hasta mañana tkm very muchou💛