23

813 125 50
                                    


Cada día que pasaba se hacía interminable, sus mañanas estaban tan aburridas. Sus amigos estaban ocupados toda la mañana entrenando y estaban desocupados por la tarde, cuando él estaba ocupado con sus "actividades reales".

Estar en el jardín de su madre junto al acantilado se volvía aburrido, mirar ese punto en el que el cielo y el mar se chocan era tan aburrido, ni siquiera lo disfrutaba como antes. Loki se había llevado también el disfrute que sentía al ver el mar, ¡¿Es que acaso no había sido suficiente llevarse a su hermana sino que también se llevaba su amor por el mar?!

Ah, todo lo que pensaba terminaba en Loki, no importaba que fuera, Loki estaba ahí, jodiendole la existencia. Era como una vocecita metiche que interrumpia sus pensamientos o silencios y venia a decirme "¿Me recuerdas? Yo soy dueño de tu mente" seguido de una risilla diabólica.

–Necesito verlo... – murmura recostándose en el césped con los ojos cerrados –Necesito hablar con el... ¿Loki es un monstruo realmente? – sus divagaciones fueron completamente interrumpidas por un voz conocida. Era Sif.

– ¡Thor! – le llamo acercándose hacia el – He terminado de entrenar, ¿Estas ocupado? – pregunto ya al lado del rubio

–No, siéntate – la invito mirándola con una sonrisa en los labios – Me gustaría preguntarte algo – el ojiazul se incorporó soltando un suspiro, debía pensar bien sus palabras para no terminar revelando la verdad sobre Loki.

Sif sin reprochar nada se sentó a su lado dispuesta a escucharlo y aconsejarlo si era necesario. Thor se tomó su tiempo, cuando parecía querer comenzar a hablar cerraba la boca y negaba, la muchacha era paciente pero Thor estaba abusando.

–Si no empiezas a hablar me voy – advirtió.

– ¡No! No...Solo no sé cómo decirlo – el chico comenzó a jugar con sus dedos claramente nervioso – Sucede que me pelee con alguien porque creo que hizo algo muy horrible y dijo cosas horribles – empezó, esperaba no ser muy obvio – Y...lo extraño, no dejo de pensar en el pero me molesta mucho de solo pensar que quiero verlo –.

– ¿Puedo saber que hizo dijo? – Thor negó, Sif suspiro – Claramente eres idiota, ¿Por qué no vas con él y tratas de arreglarlo? Si ese chico te interesa tanto no debe ser mala persona –.

Thor sintió paz en ese momento, esas palabras eran las que necesitaba escuchar. Sentía que estaba solo en esta situación tan rara y escuchar que alguien le alentaba a ir a buscarlo hizo que recuperara todas las ganas de buscar a Loki.

–Gracias Sif, necesitaba apoyo – Thor le sonrió a la mujer y se levantó – Tengo que irme, prometo que te agradeceré adecuadamente luego – dicho eso se fue corriendo dejando sola a la guerrera.

La primera opción que cruzo por su mente fue pedirle ayuda a su madre pero sabía que ella, ni de broma, permitiría que su hijo fuera al mar o tuviera contacto con Loki nuevamente. Por lo tanto estaba solo, dependía de su inteligencia y su capacidad para esconder cosas.

Su destino era la biblioteca, justo los libros de magia. Si bien no era su especialidad y se le daba fatal, podría usar lo que su madre había utilizado en Loki para cambiar su cuerpo. Llego a la biblioteca y el primer obstáculo fue la puerta, quiso entrar corriendo empujando la puerta pero la puerta ni se movió, se quedó en su camino y le dejo un golpe que le dolería hasta la noche. Suspiro y se levantó, pues aquel golpe le había dejado en el piso.

– ¿Principe Thor? – aquella voz era perteneciente a su profesor, sintió su sangre helarse del miedo, no esperaba ser descubierto tan pronto – Es raro verlo por la biblioteca, ¿Necesita algo? –.

–Yo...bueno – no sabía bien que responder, tenía que inventar una mentira rápido – ¡Magia! – grito.

– ¿Magia? Pero príncipe, usted es pésimo en la magia –.

Mierda...

–Si... lo se...pero quiero mejorar – se excusa – Tengo las mañanas libres y ya no sé qué hacer – pudo ver la cara de su profesor iluminarse de felicidad y es que sentía que el príncipe al fin comprendía la importancia de la magia que le enseñaba.

–Debió buscarme, siempre estoy dispuesto a ayudarlo – entonces, el hombre de cabellos chocolate procedió a abrir la puerta corrediza de la biblioteca, la misma puerta que el había intentado abrir empujando.

¿Quién demonios ponía una puerta corrediza en la biblioteca? ¿Qué ser del mal había decidido que era buena idea poner solo UNA puerta corrediza en todo el palacio? Jamás lo comprendería.

Se sentó en una de las mesas, tal y como le pidió el profesor, solo para ver como aquel apasionado hombre de la magia llenaba de libros la mesa. Había dejado de contarlos cuando llego al décimo, podía jurar que el número se había triplicado cuando por fin se dejaron de acumular.

–Bien, príncipe. ¿Por dónde le gustaría comenzar? – pregunto con la sonrisa más amable que jamás había visto en ese hombre durante todo el tiempo que lo instruía en la magia.

–Pues... Quiero cambiar de forma – una sonrisa nerviosa se posó en los labios rosados del rubio.

El silencio incómodo y la mirada de confusión en su profesor con un tinte de "tiene que ser una broma" le hicieron pensar a Thor que quizás, tan solo quizás, su profesor lo odiaría.

El silencio se prolongó por varios minutos en los que era observado por esos ojos dorados, los cuales luego de observarlo, miraban los libros. Pensó en levantarse e irse pero se aguantó solo por respeto a la paciencia sobrehumana que poseía.

–Así que... Quieres cambiar de forma – hablo rompiendo con el incómodo silencio – ¿Por qué? –.

En ese momento supo que tenía que poner en juego una de sus mejores mentiras.

–Quiero nadar mejor –.

¡Mierda! ¡Esa era la peor mentira que jamás había dicho en su vida!

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Esta vez no les hice esperar mucho, espero que les este gustando por donde va la historia porque estoy muy inspirada escribiendo.


KingdomsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora