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Jane le ayudo a traducir el libro entero, fue cuestión de un par de horas para tener la traducción en sus manos y estar en su habitación leyéndolo con tranquilidad. Tuvo que decirle a Jane que le tradujera todo el libro para que no sospechara que quería la poción para romper hechizos. No quería tenerla detrás vigilándolo o a los guardias cerca por las dudas hiciera de las suyas otra vez.

Centrándose en lo que le interesaba, notaba que algunas cosas de la lista que necesitaba tenía que salir a buscarlas, pero ninguna era difícil de conseguir. Era tarde para empezar con la poción por lo que escondió la traducción en su cajón secreto y fue a dormir.

Despertó con la llamada de Jane que le decía que debía ir a desayunar. Bostezando se levantó, se tomó su tiempo para limpiar sus escamas y dejarlas más que relucientes, para después ir a desayunar. Encontró a su padre desayunando pero este solo lo miro, ni siquiera lo saludo.

Su pequeña mente ya comenzaba a maquinar, ¿Había descubierto algo? ¿Sabía de Thor? ¿Sabía del libro? ¿Sabía que había descubierto a la prisionera?

Su expresión neutra no dejaba ver el terror que se desataba en su mente, agradecía tener una cara tan neutral y sin expresiones en ese momento.

–Loki – lo llamo severamente – Ayer no cumpliste con tu horario – Loki aguanto el suspiro de alivio.

–Estuve en la biblioteca leyendo libros viejos – comento de manera tranquila – No me di cuenta del tiempo hasta que Jane me llevo la cena – escucho a su padre suspirar.

–Que no se repita, hijo –.

–Sí, lo siento, no se repetirá de nuevo –.

Ambos sabían que eso no era cierto, volvería a ocurrir tarde o temprano porque Loki siempre hacia lo que quería mientras que su padre no se pusiera extremadamente estricto.

Desayunaron en paz, sin mucha más conversación que esa, pero el ambiente era tranquilo. Al acabar Loki fue con sus tutores, haría lo que no había hecho el día anterior y lo que debía hacer ese día para así podría hacer la poción por la noche. Fueron horas interminables, estuvo entretenido en algunas de sus tutorías por lo que todo trabajo se hizo mucho más llevadero.

Se detuvo solo cuando llego la hora de almorzar, luego siguió con sus deberes, no demoro mucho en quedar libre de todo por lo que nado rápidamente a su habitación para buscar la traducción y poder ir a recoger lo que necesitaría para la poción.

5 hojas de halimeda añejada en hidromiel

1 ramillete de gracilaria

1 escama de triton virgen

Tinta de calamar

Podía conseguir todo ello ese mismo día, pero todo el procedimiento de preparación llevaría mínimamente una semana. Por eso odiaba las pociones, tenía suerte de que no le llevara más tiempo.

Sin pensarlo más tiempo salió en busca de los ingredientes. Lo primero que encontró fueron las algas, todo el reino estaba lleno de distinto tipo de algas muy útiles para las pociones. Estaba por irse pero miro nuevamente las algas ¿Thor tendría algas para hacer pociones? ¿Hacían pociones? Lo medito un momento, como si de ello dependiera su vida, y luego se fue a conseguir tinta de calamar.

Agradecia que los calamares estuvieran lejos del reino porque habría sido una vergüenza que lo vieran pelearse con un animal tan pequeño por tanto tiempo. Podía jurar que esos animalejos se burlaron de él pegándose a su cuerpo y nadando a su alrededor. Pero al final todo su esfuerzo tuvo éxito cuando lleno de tinta una burbuja de aire.

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