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Loki siguió a aquel rubio en silencio, parecía enamorado de su voz porque no se callaba ni por un segundo, además de que sus chistes no eran para nada graciosos.

Le había llevado a recorrer el lugar de entrenamiento de los guerreros alardeando de la fuerza de los mismos, de lo poderosos que eran todos allí, le presento a otro terrestre de nombre Hogun, ese parecía un poco más sensato y menos charlatán. Luego lo llevo a ver el entrenamiento con espadas de unos cuantos terrestres y para ese punto ya sentía que podría comerse lo primero que se le cruzara.

De allí se fueron a lo que aquel idiota llamo "el mercado" se detuvo por una eternidad donde una señora que tenía un montón de cosas que no sabía para que servían. Su estómago le exigía alimento y Fandral no se daba cuenta en absoluto, ¿Es que solo en el castillo comían?

Aquel rubio lo llevaba del brazo hacia un puesto y luego a otro sin dejar de hablar. No estaba seguro de cuánto tiempo paso de un lado a otro pero un guardia fue su salvación.

–Loki – lo llamo posando la mano en su hombro para que así se detuviera – la reina lo busca – comento.

–Y yo quiero ver a la reina, que coincidencia – se zafo del agarre de aquel rubio con una sonrisa – lo siento, tal vez luego podamos seguir – se disculpó de la mejor manera que pudo y medio empujo a aquel guardia hacia el castillo. Era obvio que quería irse.

Tras un recorrido no muy largo con aquel guardia, termino sentado en la mesa con una enorme variedad de alimentos en frente.

–No estoy segura de que es lo que comes pero puedes elegir lo que quieras – hablo la reina sentada del otro lado de la mesa. Loki miro toda aquella comida y procedió a comer un poco de cada cosa mientras escuchaba a la reina hablar – Quiero pedirte disculpas nuevamente por cómo me dirigí a ti la vez anterior que estuviste aquí – empezó la señora con una clara pena plasmada en su cara.

–No la culpo, también debo disculparme – hablo ahora Loki dejando la comida a un lado para poder ver a la mujer – dije cosas horribles de usted y su raza, nunca me di cuenta que mi padre era un ser tan horrible – Frigga soltó una ligera risa.

–Ambos cometimos errores, eso es claro – el príncipe asintió – Quiero ayudarte a encontrar a tu madre, arreglar las cosas con tu reino y recuperar a mi hija –.

–Mis planes son los mismos, quiero a mi madre de regreso, un acuerdo con su reino y devolverle a su hija – se tomó un momento para pensar sus palabras – pero me temo que no sera posible... algo no está bien y me refiero a los reyes, mi padre y su esposo... – se mantuvo en silencio, no quería creer lo que su mente le sugería.

–Si... Odín oculta demasiadas cosas... pero ocultarme a mi hija sabiendo todo lo que sufrí su perdida... No estoy segura de querer descubrir que mi propio esposo me mintió sobre algo tan grande –

–Thor y yo nos encargaremos de esto – aseguro – solo vamos a necesitar un poco de su ayuda –.

Desde un principio Loki no quería involucrar a nadie más que a Thor en todo eso, principalmente porque no confiaba en nadie más que en él, y ahora, se sumaba el hecho de que sentía mucha pena por la reina, confiaba en ella un poco, pero verla afligida, triste, no le gustaba.

Cuando estuvo satisfecho acompaño a la reina al jardín, era realmente hermoso, jamás en su vida había imaginado que un lugar tan hermoso existiera.

–Estas plantas ocupan todo mi tiempo– hablo la reina sentándose en una banca a la sombra de un frondoso árbol – Aquí no soy útil, ¿Sabes? Yo soy la hechicera más poderosa de todo el reino y ocupo mi tiempo regando plantas –

Loki se sentó a su lado, había visto dos guardias pararse en la entrada de aquel jardín para cuidar a la reina.

–Soy un adorno, mi hija tenía el mismo destino que yo. Ella iba a casarse y ser la reina sin embargo insistía en que podía ser una guerrera y que podía usar la magia como una arma – se tomó un momento para respirar profundamente – Hela nunca le tuvo miedo a nada, siempre fue muy valiente. Cuando Odín le contó sobre los monstruos del mar ella juro que iba a matarlos a todos para que podamos vivir en paz. Todos los días los guardias iban a buscarla a la orilla porque se ponía a gritar como loca llamando a los monstruos – Frigga rio al recordar aquello y luego suspiro – Siguió haciéndolo hasta cumplir los diez años, el día de su cumpleaños pidió que la dejáramos estar en la orilla sola, y por más que no nos gustaba, la dejamos. Nadie fue a molestarla, nadie la llamo ni siquiera para almorzar, pero ella llego por la tarde corriendo mientras gritaba, nunca voy a olvidar ese nombre que menciono... Farbauti –.

Loki sintió un nudo en su estómago al escuchar ese nombre. Su madre se llamaba Farbauti, era la primera vez que lo escuchaba y le parecía hermoso.

–Después de ese día tratamos de evitar que volviera a ir pero siempre se escapaba, recuerdo que una vez le regalo un par de perla verdes realmente hermosas que guardo en su cajita especial – continuo la reina con su relato – con el paso del tiempo, como nada malo pasaba, dejamos a Hela ir a la orilla cuando quisiera, queríamos creer que cuando fuera adulta dejaría eso y se centraría en su deber como futura reina, pero nunca fue esa clase de princesa – la reina continuo hablando pero dejo de prestarle atención cuando se sintió observado, busco el dueño de su incomodidad hasta toparse con esos ojos azules que tanto amaba.

–Thor, es raro si te quedas viéndome así, no seas tan extraño – pronuncio, aquel rubio se acercó y lo invito a ponerse de pie, cosa que hizo sin quejarse. No había podido apartar la mirada de aquel azul que lo veía con tanta intensidad, como si quisiera gritarle mil cosas.

Los brazos alrededor de su cuerpo hicieron que todo pensamiento se esfumara. La respiración sobre su cuello, el calor del cuerpo contrario. Todo eso se sentía muy bien.

–Lo lamento – susurro el contrario – lamento no haber impedido que te fueras la última vez, no debí dejarte ir de aquella manera – correspondió aquel abrazo con una ligera sonrisa, había planeado ser cruel con Thor por lo de aquella vez, pero aceptaría sus disculpas en paz.

–Te perdono – susurro haciendo que la oreja del rubio se pusiera roja al instante.

Se separaron un poco, lo suficiente para verse cara cara sin romper el abrazo. Pudo apreciar las mejillas de Thor ligeramente sonrosadas y su oreja colorada. Carajo como quería besarlo en ese momento, no entendía como alguien de aspecto tan rudo podía ser tan hermoso y adorable al mismo tiempo.

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Bueno, aquí nueva actualización, otra vez no pude pasarme por los comentarios QwQ lo lamento.

La universidad me está matando y mi gato no hace más que acelerar el proceso.

En fin, espero que lo hayan disfrutado, yo mañana me pondré a escribir la continuación del capítulo 31 que está guardado en borrador.

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