Un amor imposible

Hayden

Entonces Silvia nunca beso a alguien lo que quería decir que era yo que robe su primer beso, pero también estaba dispuesto a robar su primera vez, era muy tierna al decirme que no tenía miedo de mi si no de lo que me había convertido. Cuando la vi que reía con Edward sentí celos ya que conmigo ella lloraba o temblaba. Por qué me tenía miedo, pero jamás dejaría que alguien me la robará, ella me perecía y así sería por el resto de su vida cuando sentí una mano, me di la vuelta y vi que era Amy, la mire y antes de que hablará, ella me cortó.

-Eres muy testarudo, Hayden. Te dije que no deberías enamorarte de ella, por qué siempre desobedeces.

-Lo siento Amy pero no es mi culpa si no el del amor, y además no son tus problemas, tu sabes que yo te he amado pero tu me...

-No, yo nunca te traicioné Hayden. Yo también te he ama...

-Ya es tarde...

-Nunca es tarde mi amor...

-Déjalo, ya no quiero nada contigo.

La miré, y vi que de sus ojos salían lágrimas me daban fans de abrazarla pero que me pasa, era como sí mis sentimientos por ella, surgían pero ya era tarde para perdonarla, cuando vi que Silvia entró y había asistido a todo nuestro discursó, ella se acercó a nosotros y hablo con su suave voz.

-Sabes no se por qué ni cómo te enamoraste de él si sólo es un hombre que nos compró por un estúpido contra...

Cuando vi que Amy le dio una abofeteada, antes de que le fuera otra, la tomé de la mano y le dije que se marchará de aquí, ella se largó dándome un suave beso en la mejilla, cuando me quede a solas con ella, la acerque hacia mi y le pedí que se sentará a mi lado para que curara sus heridas, ella me miro y me pidió disculpa o algo por el estilo ya que no escuche muy bien. Me preguntó de por qué aceptaba tener más mujeres si jamás se enamoraría de ellas, agarré su mentón y la puse frente a mis ojos y acerqué mis labios a los suyos, eran muy tiernos y cálidos, quería más que metí mi lengua para que las dos bailarán con pasión. La solté y me di cuenta que se desmayó, la alcé y la lleve a mi cuarto para que descansará un poco, sus labios eran muy suaves y tiernos.

A la mañana siguiente, ella se despertó toda enojada conmigo. Me dijo de por qué le había robado su primer beso, la jale hacia mi y le dije que no era su primero entonces la enojé más, y me pego con sus pequeñas manos en pecho, no tenía ningún efecto. La agarré de las muñecas y la tiré a la cama, ella se debatía pero de nada servía, le di un beso en su cuello, haciéndole una marca y le dije que nuestro matrimonio sería de aquí dos días, ella se enojó aún más. Me gustaba verla así.

Le dije que mañana fuera a ver a Caro la bruja que le haría su vestido de novia y que fuera buena en nuestra luna de miel. Era muy linda al verla enojada pero esta vez no lo estaba, tenía un color rojo en sus cachetes, eran hermosos, por primera vez en mi vida conseguí que se sonrojará, me aparté de ella para soltar risas de alegría, ella se levantó enojada esta vez y me grito.

-DE QUE TE REÍS, POR TU INFORMACIÓN JAMÁS, ME ESCUCHASTE JAMAS SERE TUYA.

-Te guste o no, ya eres mía y lo serás aún más después de que no cacemos si no tu hermanito subirá las consecuencias, si me dices que no en le altar.

Me dolía amenazarla pero no tenía opción. La deje sola, la amaba con toda mi alma y estaba dispuesto a todo con tal de tenerla a mi lado.