Hayden

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Le di un suave beso en su frente, asegurándole que jamás en mi vida la dejaría sola, y que siempre estaría a su lado. Ella se durmió aliviada y verla dormir hacía que mi corazón saltará de alegría, era la primera mujer que me hacía tener esas emociones y cuando digo la primera es que lo es, ya que antes me acostaba con humanas y luego las mordía hasta que ninguna gota quedará en ellas, traicionaba a mis mujeres por qué ninguna de ellas a parte Amy me entendía pero cuando estoy con Silvia, tengo emociones diferentes, celos, tristeza, rechazó, amor y muchas más.

Al día siguiente me desperté, cuando ella abrió sus lindos ojos azules volvieron a la normalidad, Silvia se me acercó dándome un tierno beso en mis labios, y se fue al baño la seguí para castigarla, quitó su vestido blanco y se metió a la ducha, yo hice lo mismo. A la ducha le di un tierno y largo beso, tuvimos un largo momento de pasión, cuando salimos, observaba su silueta, y le pedí que me pasará un T-shirt negro, ella me lo pasó, la jale hacia mi pecho y puse su mentón hacia arriba y le dije que la amaba mucho, ella me miró y me dijo que me amaba aún más, tuvimos una pelea de quién amaba más, hasta que le hice caer a la cama, susurrando en sus lindas orejas.

-Te rindes, esposa mía.

-Nunca me rindo ante alguien.

-Entonces seguiremos con esta charla, pero el que va ganar soy yo, haciéndote comprender con una noche de pasión.

-Veamos eso, esposo mío.

La tomé en mis brazos, sacándole su vestido y dejándole semi-desnuda, la besé por todas partes, haciéndole el amor una y otra vez, cuando ella me dijo que se rendía, entonces supe que había ganado ante ella pero nadie le ganaba ante su belleza, me levanté y la puse en mi regazo tocando sus mechas castañas, cuando alguien tocó a la puerta y me dijo que los ancianos querían que habláramos de algo importante, ya sabia que los cazadores se estaban acercando a nosotros, salí dejando sola a mi mujer y diciendo que no tomaría mucho tiempo. Me tenía que dirigir a la torre más alta y que estaba muy lejos de la mía, pero antes le pedí a mi hermana que tuviera un ojo en Silvia, Amy y mi hijita.

Cuando llegué a la reunión, vi que todos los ancianos estaban en pánico le pedí que se calmarán, cuando me dijeron que los cazadores se habían asociados con los hombres lobos y que estaban dispuesto a atacarnos, tenía que hacer todo para que no llegarán aquí así que hablamos de como hacer esa estúpida estrategia, teniendo en cuenta que tenía que volver a lado de mi tierna esposa.

-Majestad, tenemos que hacer que esos hombres lobos caigan pero lo que lo vamos a decir va hacer que se enojé, ellos quieren a su esposa.

-Cuál, Peter.

-Silvia.

No sabía por qué querían a Silvia, pero no se los iba a dar, primero tenían que pasar por mi cuerpo.

Un amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora